También están muy bien valoradas las provenientes del lago Tai, y se usan comúnmente como piedras de jardín.
Estas rocas pueden ser talladas y lanzadas después al lago para borrar cualquier marca de la acción humana.
A veces aparecen con pinturas de cualquier tema, ya sea natural o abstracto.
Se suelen situar sobre alguna superficie estable, como pedestales de madera especialmente tallados para esa roca.
Durante la dinastía Tang emergieron cuatro cualidades estéticas para las rocas: finura, apertura, perforaciones y arrugas.