La pintura china clásica está constituida por un conjunto de estilos típicos del Extremo Oriente que tienen su origen en las técnicas pictóricas que se pueden encontrar en la pintura de Corea y Japón.
La pintura china clásica aparece en torno al siglo III a. C., pero no sería hasta el siglo I a. C. cuando la técnica se plasmara sobre papel, a partir del desarrollo de la caligrafía china y el papel de arroz.
La concepción confucionista del mundo se refleja, asimismo, en la pintura de paisajes en los que las figuras o las construcciones humanas aparecen de forma muy reducida, situadas en un marco cosmológico completo.
Algunos pintores se especializaron en un tema concreto: caballos, (徐悲鴻 Xu Beihong), bambús, incluso gambas.
Fue mucho más tarde cuando los poemas o epitafios se añadieron directamente sobre las pinturas, especialmente en los paisajes.