Un ejército permanente es un ejército que no se va dedicados a tiempo completo a las funciones militares y sobre todo que sigue existiendo en tiempos de paz, sin disolverse.
Este sistema se mantuvo durante la época del Imperio Romano.
La mayoría de culturas antiguas (como China o Egipto) conservaban guerreros permanentes en un número muy pequeño y sin organizarlos verdaderamente como cuerpos de combate, sino como individuos aislados dedicados solamente a la custodia de los gobernantes o a hacer cumplir sus mandatos, y que por lo general sólo se establecían en las ciudades que constituían la residencia de los reyes o líderes; en caso de guerra se recurría a masas de individuos que se dedicaban a otras actividades y se les reclutaba en gran número, al punto que los guerreros "profesionales" eran sólo una exigua minoría.
Otros ejemplos de ejército permanente fueron los jenízaros del Imperio otomano que desde el siglo XV se dedicaban exclusivamente a participar en las campañas del sultán turco, manteniéndose en campamentos especiales durante la época de paz, sin disolverse, y viviendo como una organización sujeta a disciplina militar en todo momento.
Si bien las tropas de mercenarios existieron durante la Edad Media europea, dedicándose exclusivamente a combatir, tales cuerpos no eran propiamente un "ejército permanente" en tanto se disolvían fácilmente en caso de no recibir su paga.