La desnudez en el arte ha reflejado por lo general los estándares sociales para la estética y la moralidad de la época en que se realizó la obra.
Esbozó así el llamado Hombre de Vitruvio, que tuvo gran relevancia en la teoría artística del Renacimiento.
Poco después, otro papa, Pío V, encomendó la misma tarea a Girolamo da Fano, y no contento con esto Clemente VIII tenía deseos de eliminar por completo la pintura, aunque, por fortuna, fue disuadido por la Accademia di San Luca.
En definitiva, es difícil establecer un canon ideal, y los estudios científicos al respecto no han proporcionado resultados objetivos.
La anatomía académica se basó en manuales cuyas ilustraciones, si bien presentaban esqueletos y figuras desolladas, estaban representadas de forma artística, generalmente inspiradas en la escultura antigua.
La pintura al pastel enfatiza los efectos de color y luz, aunque no proporciona mucho detallismo a la figura.
La pintura al óleo proporciona detallismo dibujístico, riqueza cromática e intensidad lumínica, otorgando una síntesis óptima a la representación artística de la anatomía.
[76] El primer exponente del desnudo masculino lo constituyen un tipo de figuras que representan a atletas, dioses o héroes mitológicos, llamadas kouros (kouroi en plural), pertenecientes al periodo arcaico (siglos siglo VII a. C.-siglo V a. C.) —su variante femenina es la koré (korai en plural), que sin embargo solían representar vestida—.
[78] Más original fue su pintura, de la que nos han llegado numerosas muestras gracias sobre todo a las excavaciones en Pompeya y Herculano, donde existen numerosas escenas en las que abunda el desnudo, con clara tendencia al erotismo, mostrado sin tapujos, como una faceta más de la vida.
[87] Con posterioridad a Donatello, el desnudo fue practicado por artistas como Antonio Pollaiuolo, Botticelli y Luca Signorelli, con obras de gran dinamismo.
[93] En España el influjo renacentista llegó tarde, subsistiendo hasta casi mediados del siglo XVI las formas góticas.
Igual proceso estilístico denotó Jean-Baptiste Carpeaux, con figuras de intenso dinamismo, como El conde Ugolino y sus hijos (1863).
En Gran Bretaña, la sociedad victoriana estimuló el academicismo como arte oficial que expresaba de forma óptima la moral puritana preponderante en los círculos de la burguesía y la nobleza, con autores como Joseph Noel Paton, Charles William Mitchell, Frederic Leighton, John Collier, Edward Poynter, Lawrence Alma-Tadema, John William Godward, Herbert James Draper, etc.
[135] En Viena destacó Egon Schiele, cuya obra giró en torno a una temática basada en la sexualidad, la soledad y la incomunicación, con obras muy explícitas por las que incluso estuvo preso, acusado de pornografía.
Siguió su estela Alberto Giacometti, con figuras reducidas a simples filamentos, muy alargadas y demacradas, mostrando el aislamiento del hombre (Desnudo de pie, 1953).
[150] Como reacción a la abstracción informalista surgió un movimiento que recuperó la figuración, con cierta influencia expresionista y con total libertad de composición.
Sus desnudos, tanto masculinos como femeninos, parecen amasijos de carne amorfa, que se retuerce y libra una lucha desesperada por la existencia.
La fotografía moderna comenzó con la construcción del daguerrotipo por Louis-Jacques-Mandé Daguerre, a partir de donde se fueron perfeccionando los procedimientos técnicos para su captación y reproducción.
En el impresionismo, numerosos artistas se basaron igualmente en la fotografía, como Edgar Degas, Camille Pissarro o Pierre-Auguste Renoir.
Otro pionero del desnudo fotográfico fue Oscar Gustav Rejlander, que en 1857 realizó un trabajo alegórico titulado Los dos caminos de la vida, cuyo objetivo es ofrecer un mensaje moral al mostrar el mal a la izquierda y el bien a la derecha, de forma más luminosa y donde se hallan la virtud, el trabajo y las buenas costumbres; sin embargo, dado que la imagen muestra una parcial desnudez provocó un escándalo social, siendo acusado de emplear prostitutas como modelos.
Entre finales del siglo XIX y principios del XX se desarrolló el desnudo masculino concebido plenamente como imágenes evocadoras de la belleza masculina, desarrollado por fotógrafos como Wilhelm von Gloeden, Wilhelm von Plüschow, Fred Holland Day, Vincenzo Galdi, etc.
Sin embargo, su obra ha estado empañada por retratar en numerosas ocasiones a jóvenes adolescentes, presentadas en poses naturales y algo ingenuas.
Igual ocurre en Titanic (1997), de James Cameron, donde Kate Winslet posa desnuda para que la dibuje Leonardo DiCaprio.
Así, en estos últimos años no es extraño encontrar escenas de desnudo en películas comerciales como Splash (1984, Ron Howard), Nueve semanas y media (1986, Adrian Lyne), Basic Instinct (1992, Paul Verhoeven), Prêt-à-porter (1994, Robert Altman), Más allá de las nubes (1995, Michelangelo Antonioni), Showgirls (1995, Paul Verhoeven), Striptease (1996, Andrew Bergman), El abogado del diablo (1997, Taylor Hackford), The Full Monty (1997, Peter Cattaneo), Eyes Wide Shut (1999, Stanley Kubrick), etc.
El desnudo masculino, si bien no tan frecuente como el femenino, también ha estado presente en numerosas producciones, practicado por actores como: Richard Gere (American Gigolo, 1980), Arnold Schwarzenegger (The Terminator, 1984), William Petersen (To Live and Die in L.A., 1985), Harvey Keitel (Bad Lieutenant, 1992 y The Piano, 1993), Sylvester Stallone (Demolition Man, 1993), Bruce Willis (El calor de la noche, 1994), Ewan McGregor (Trainspotting, 1996), Edward Norton (American History X, 1998), Kevin Bacon (Juegos salvajes, 1998), Jude Law (The Talented Mr.
Ripley, 1999), Geoffrey Rush (Quills, 2000), Christian Bale (American Psycho, 2000), Ralph Fiennes (Red Dragon, 2002), Viggo Mortensen (Eastern Promises, 2007), Willem Dafoe (Anticristo, 2009), Billy Crudup (Watchmen, 2009), etc.[172] El desnudo es también un recurso habitual en artes escénicas como el teatro y la danza, especialmente desde mediados del siglo XX.
En tiempos modernos el cuerpo desnudo ha sido utilizado por coreógrafos como Jan Fabre, Daniel Léveillé, Maureen Fleming, Lia Rodríguez, Alban Richard, Eléonore Didier, Anna Ventura, Kataline Patkaï, Jesús Sevari, Cecilia Bengolea y la española María Ribot.
[176] El desnudo ha ido cobrando relevancia en la danza especialmente desde los años 1960, concebido como la más pura forma de expresión del cuerpo.
En 1970 Yonne Rainer presentó en el Judson Flag Show a bailarines desnudos bajo banderas estadounidenses, que generó una gran polémica.
Algunos servicios de cable premium como HBO, Showtime y, más recientemente, FX Networks han obtenido popularidad por, entre otras cosas, presentar películas sin retocar.