Edad de los Metales

[1]​ La existencia de procesos metalúrgicos es indispensable para adscribir una cultura arqueológica a esta etapa, ya que los metales nativos eran trabajados por martilleado desde las fases iniciales del Neolítico.

En este artículo, dado que no existen rupturas en el desarrollo de las tecnologías metalúrgicas entre la prehistoria, la protohistoria y la historia a partir de la Antigüedad, se incluyen procesos que se dieron en periodos claramente históricos.

La clave está en que el horno alcance la temperatura adecuada, lo cual se conseguía inyectando aire soplando o con fuelles a través de largas toberas.

Al alcanzar los 1000 °C, el metal se licúa depositándose en la zona inferior del horno.

Como el cobre puede volver a fundirse muchas veces, este solía convertirse en lingotes, a veces con una forma peculiar (como los del Mediterráneo oriental, que recuerdan al pellejo de un animal), para luego fabricar diversos objetos por fusión y colado en moldes.

El cobre con alto contenido natural en plomo es más blando, lo cual puede ser una ventaja para fabricar recipientes por medio del martilleo de una plancha en forma de disco, curvándola en forma cóncava, para elaborar calderos o cuencos; incluso podía ser repujado.

Algunos metalurgistas consideran que estos cobres con impurezas beneficiosas son, en realidad, «bronces naturales».

Concretamente en Europa hay un avanzado núcleo calcolítico en los Balcanes que incluye ocasionalmente objetos de cobre fundido entre sus hallazgos del IV milenio a. C. (cultura Gulmenita) y todo parece apuntar hacia una invención local.

En Asia central u oriental no puede hablarse de una Edad del Cobre con entidad suficiente, dada su corta duración, ya que el desarrollo de la metalurgia en lugares como la India o China comenzó realmente con el bronce.

Se cree que los primeros en añadir estaño al cobre fueron los egipcios, al observar que el estaño daba al cobre mejores cualidades, como la dureza, un punto más bajo de fusión y la perdurabilidad (ya que el estaño no se oxida fácilmente con el aire y es resistente a la corrosión).

Además el bronce es reciclable, pudiéndose fundir varias veces para obtener nuevos objetos de otros ya desechados.

La técnica de trabajo del bronce es virtualmente idéntica a la del cobre (la única dificultad reside en exceder la temperatura adecuada, lo que podría provocar que el mineral se echase a perder por oxidación).

Por lo que respecta a Asia central, se ignora si la metalurgia del bronce fue inventada allí independientemente o fue una importación desde Mesopotamia.

Así elaboraron vasijas rituales, hachas, puñales, cascos, armas y armaduras de gran maestría.

El hierro meteórico era conocido tanto en Eurasia como en América (descrito más adelante).

Hay antiguos hallazgos de hierro fundido por el hombre desde Siria a Azerbaiyán.

Por textos escritos en tablillas cuneiformes se sabe que los hititas fueron los primeros en controlar e, incluso, monopolizar los productos de hierro fabricados a mediados del milenio II a. C. Enviaban sus objetos a los egipcios, sirios, asirios, fenicios...

Fabricar hierro seguía un procedimiento muy distinto al del cobre y el bronce (para empezar el metal no se licuaba), primero porque había que conseguir hornos con gran capacidad calórica: el mineral machacado debía estar totalmente rodeado de carbón de leña (que se consumía en enormes cantidades) y numerosos fuelles que, a través de toberas, insuflaban oxígeno continuamente.

El mineral debía ser precalentado en un horno y por medio de golpes se eliminaban algunas impurezas; luego se llevaba al estado incandescente, en un segundo horno, hasta obtener una masa denominada hierro esponjoso, altamente impuro, por lo que volvía a ser golpeado en caliente para refinarlo.

Por ello, una vez dominada la técnica, resulta más barato que el bronce.

Este reino, gobernado por gentes de origen autóctono, fue desplazándose hacia el sur, a medida que la presión de las potencias mediterráneas aumentaba, así, pasó de tener la capital en Kerma (3.ª catarata del Nilo), a Napata (4.ª catarata), desde la que, durante un tiempo pudo dominar Egipto (dinastía XXV, siglos VIII y VII a. C.), brevemente, pues los asirios conquistaron el delta; por último la capital se trasladó a Meroe (entre la 5.ª y la 6.º catarata).

Aunque en toda la mitad meridional de África convivieron agricultores, ganaderos y cazadores-recolectores.

El metal casi siempre sirvió para fabricar objetos rituales o de prestigio, siendo pocos los artefactos utilitarios encontrados.

Hay noticias, asimismo, de que los mochicas usaban, a menudo, para utensilios prácticos, un cobre con un fuerte contenido en arsénico.

Estos amerindios mezclaban plata, oro y cobre en diversas proporciones, pero la aleación más exitosa fue llamada tumbaga (de cobre y oro, que añadía resistencia a las joyas, sin perder su apariencia áurea: los muiscas, habitantes de Colombia y Ecuador son también los inventores del moldeo a la cera perdida, en el primer siglo de nuestra era.

La tecnología usada para fabricar estas joyas solo estaba al alcance de las élites.

Aunque la metalurgia haya sido ampliamente definida como un gran avance en el proceso civilizador del ser humano, lo cierto es que en sus primeros momentos, durante el Calcolítico, no fue más que una innovación tecnológica relativa.

La metalurgia del cobre se extendió a la par que el vaso campaniforme.

[30]​[31]​ Asimismo, el carácter transformador de la metalurgia probablemente debió incidir en las mitologías calcolíticas generando divinidades demiúrgicas y la estratificación social se debió reflejar también en unos panteones más jerarquizados, regidos por deidades masculinas y guerreras, que desplazaron a las diosas madre neolíticas.

[31]​ La mayoría de los investigadores admite que la metalurgia pudo haber sido inventada en varios puntos del planeta diferentes y en periodos distintos.

Sepultura 43 de la Necrópolis de Varna , el primer oro trabajado del mundo. [ 5 ]
Fundición de cobre en murales funerarios egipcios. [ cita requerida ]
Caldero trípode ceremonial de bronce chino, del tipo «Li-ting».
Recreación pictórica de una antigua fragua de hierro.
Recreación de una antigua forja.
Pilar de Hierro de Delhi.
Espada bimetálica Jian de la época de los Reinos Combatientes (siglo IV a. C.).
Escena de forja japonesa.
Relieve funerario de Meroe, Kush .
Fundidor avivando el fuego mientras retira impurezas con un escoriador
( Códice de Medoza )
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