Sin embargo, esta es una circunstancia necesaria, pero no suficiente, para la definición de este período, ya que en él tuvieron lugar fenómenos fundamentales para lo que sería nuestro futuro: la evolución humana, las grandes adquisiciones tecnológicas (fuego, herramientas, vestimenta), la evolución social, los cambios climáticos, la diáspora del ser humano por todo el mundo habitable (ecúmene), desde su cuna africana, y la revolución económica desde un sistema recolector-cazador, hasta un sistema parcialmente productor (entre otras cosas).
El rango de tiempo que abarca este período es ambiguo, discutido y variable según la región en particular.
[9] Sin embargo, el Paleolítico medio norteafricano, tan similar al europeo hasta hace poco más de 50 000 años, inicia un periodo ocupado por una industria sin paralelo, llamada cultura Ateriense, que recibe el nombre del yacimiento de Bir el-Ater (Argelia).
El Ateriense se asocia a condiciones climáticas secas, por lo que su máxima expansión coincide con periodos de aridez.
De hecho, se sospecha que sus raíces se hunden hasta el año 70 000 a. C. En cambio, su ocaso es producto de un clima más benigno en el Sáhara, lo que provocó la llegada de pueblos más avanzados, humanos modernos con culturas laminares, fundamentalmente el Iberomaurisiense y otras que se citan a continuación.
La más conocida es el Iberomaurisiense u Oraniense, una facies cultural propia del Magreb que nace poco antes del 30 000 a. C. y mantiene una extensa longevidad, pues aún se encuentra presente al comenzar el Mesolítico, desapareciendo hace unos 8000 años.
El Capsiense se podría asociar a los restos humanos de Ain Dakkara, en Libia, con las impresionantes manifestaciones rupestres del Tassili y otras zonas rocosas saharianas.
Aunque en la actualidad hay considerables diferencias climáticas, hidrográficas y ecológicas, no es posible aplicar estos parámetros a la Edad de Piedra, pues —como se ha indicado— hubo significativos cambios ambientales a lo largo de su desarrollo.
Estos primates (tal vez Propliopithecus-Aegyptopithecus) se desplazaban por los árboles a cuatro patas.
En efecto, los Primitivos modernos nacen en África en esta fase, como se ha visto en el epígrafe anterior para Jebel Ihroud (Marruecos) y Herto (Kenia); también se documentan sus restos en los yacimientos sudafricanos de Border Cave y Klaisies River Mouth.
Aunque, en muchas regiones más aisladas, las herramientas apenas evolucionaron hasta la época de colonización europea.
Sus límites varían según quién utilice el término pero, en su sentido no restringido, es sinónimo de Asia sudoccidental, incluyendo Turquía, Siria, Líbano, Israel, los Territorios Palestinos, Jordania, Irak, Irán (también, Arabia Saudí, Kuwait, Baréin, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen, de los que no se habla aquí).
En cualquier caso, al principio, la caza y la recolección continuaron siendo fundamentales; pero, al reducirse las áreas ecológicamente productivas en las riberas de los ríos, lagos y oasis, la relación entre especies animales y/o vegetales con las comunidades humanas se hizo más íntima.
Sin embargo, esto podría interpretarse como una flexibilización de la economía, ya que los productos obtenidos son menos especializados, pueden usarse con diversos propósitos, no solo como herramientas de caza, o por elaborarse in situ, para una necesidad puntual.
Debido a la morfología de la región originaria, ésta ha sido denominada Creciente Fértil.
Los habitantes del Próximo Oriente fueron los primeros en domesticar animales (ganadería: sobre todo ovejas, cabras y vacas (la caza no se abandona del todo, pero ahora será algo secundario), así como en cultivar plantas: (agricultura: sobre todo centeno (Secale cereale), cebada (Hordeum hexastichum), trigo (Triticum dicoccum) y otros cereales).
Las primeras cerámicas conocidas son las de Kalat Jarmo (Kurdistán), que datan del 6750 a. C., así como las de Tepe Guram y Tepe Serdam (Irak), fechadas en el 6500 a. C. Previamente se utilizarían cestos impermeabilizados con barro o zulaque («bitumen»).
Pero, como las fases iniciales del Calcolítico son previas a las primeras tablillas incisas y no hay ruptura cultural, en esta enciclopedia se incluyen procesos que se dieron en tiempos plenamente históricos.
En el continente americano la Edad de Piedra es mucho más tardía y tiene su propia idiosincrasia.
Sin embargo, la mejor forma de distinguirlas son las manifestaciones artísticas, la cerámica, la artesanía, la religión y la organización política.