Pero todos ellos tienen en común el hecho de que son incompatibles con la fecha más antigua propuesta por la teoría del poblamiento tardío (Clovis): entre 12 000 y 14 000 años AP.
Puede considerarse que fue Alex Krieger el precursor de la teoría del poblamiento temprano, al proponer desde 1956 y documentar en 1964 un "estadio prepuntas de proyectil" (American Falls, Valsequillo, Muaco) anterior al "estadio paleoindio" (Clovis, Folsom, Sandía).
Aunque como exponen los genetistas argentinos Néstor Bianchi y Verónica Martínez, «los análisis de herencia uniparental en comunidades indígenas sudamericanas evidenciaron que cerca del 90% de los amerindios actuales derivan de un único linaje paterno fundador que colonizó América desde Asia a través de Beringia hace unos 22 000 años»[10] y estos resultados concuerdan con la teoría «Out-of-Beringia» («desde Beringia») propuesta por Bonatto y Salzano (1997); es importante resaltar que se encuentran otros linajes paternos entre los amerindios, pero casi exclusivamente en Norteamérica, por lo que no son compatibles con el poblamiento temprano del continente.
[12] Para el haplogrupo B algunos estudios obtienen cifras menores, por lo que se ha propuesto la hipótesis de migraciones diferenciadas.
Actualmente existen una cantidad de importantes sitios arqueológicos en los que científicos de todo el mundo están encontrando posibles pruebas incompatibles con la teoría del poblamiento tardío (Clovis), las cuales apuntan a un poblamiento temprano del continente americano.
[18] Los más destacados son los siguientes: La teoría del poblamiento temprano parece probada actualmente por muy diversos datos empíricos y significa un cuestionamiento definitivo, tanto a la hipótesis de la migración única fundadora de los pueblos amerindios como a la idea según la cual la entrada de poblaciones humanas al continente se produjo únicamente después del año 14 000 AP.
La respuesta en la que se trabaja actualmente es una posible migración circumpacífica norte-sur, formulada por Bryan (1978) y Fladmark (1979), que aclara el por qué las dataciones de Sudamércia y Centroamérica (Monte Verde, 13 000; Lagoa Santa, 12 000; Cuenca de México, 12 700) son tan antiguas, y rechaza definitivamente la hipótesis «Clovis the First» (‘Clovis los primeros’), sin necesidad de negar la dirección mayoritariamente aceptada.
Esta hipótesis puede conciliarse con la teoría del poblamiento tardío: la migración amerindia habría sido la primera y sería testimoniada por la cultura de Clovis.
Desenredar la historia lingüística del Nuevo Mundo plantea un sistema de problemas altamente complejo que estará bajo investigación durante los años por venir.
[46] La ruta costera de migración está ganando cada vez más aceptación, como vía complementaria del puente entre Siberia y Alaska.
Investigaciones arqueológicas en Australia, Melanesia y Japón indican que los botes estaban en uso allí en época tan lejana como hace 25 000 a 40 000 años.
Sin embargo, muchos sitios costeros potenciales están ahora sumergidos, lo cual hace la investigación difícil.
No hay duda en que los descubrimientos y análisis futuros verterán más luz en el cuadro cambiante de la prehistoria del mundo.