Actualmente, los continentes de Asia y América están separados por el mar.
Aunque este paso es peligroso, por las fuertes tormentas que allí se dan y la fragilidad del hielo en ciertas áreas, es posible atravesarlo navegando en verano.
[3] A la investigación paleoantropológica se suma la información genética, que ha servido para reforzar algunas conjeturas sobre el origen de los americanos.
El avance de la investigación científica permitió demostrar que no había relación material entre el origen de los amerindios y esas creencias, por lo que esas antiguas hipótesis quedaron descartadas.
Los europeos intentaron buscar explicaciones para el origen de los seres humanos con los que se estaban encontrando.
[12] El sacerdote Miguel Cabello Valboa, malagueño, consideró que los aborígenes americanos descendían del patriarca Ofir (Génesis 10:29) e identificó América con el reino de ese nombre, rico en oro, mencionado en la Biblia (1Reyes 9:28).
[19] Acosta demostró que no solamente seres humanos transitaron entre los dos continentes, sino también varias especies animales.
Entre los científicos que rechazaron la hipótesis de Abbott se encontraban Aleš Hrdlička y William Henry Holmes.
En la actualidad se ha comprobado que Abbott tenía razón en muchas de sus hipótesis y la granja ha sido declarada Monumento Histórico Nacional.
En 1908, George McJunkin encontró unos enormes huesos en un barranco de la aldea Folsom, Nuevo México.
En ese momento, la comunidad científica estadounidense comenzó a aceptar la importancia del yacimiento de Folsom.
Esto se conoció como «consenso Clovis» y tuvo gran aceptación mundial hasta fines del siglo XX.
Algunas publicaciones le atribuyen erróneamente a Hrdlička haber postulado la teoría más moderna, aquella que señala que el hombre cruzó caminando por una zona llamada puente de Beringia formado a raíz del descenso del nivel de las aguas del estrecho de Bering, durante el último período glacial.
De hecho, Hrdlička consentía la creencia del Instituto Smithsoniano, representada por William Henry Holmes, que sostenía que los primeros habitantes de América habían ingresado en un pasado reciente, imprecisamente estimada en unos pocos siglos.
Este descenso hizo que en varios puntos del planeta se crearan conexiones terrestres, como por ejemplo Australia-Tasmania con Nueva Guinea; Filipinas e Indonesia; Japón y Corea.
En primer lugar, se ha cuestionado la antigüedad de la llegada del hombre a América.
Sin embargo, la evidencia descubierta en el yacimiento de Monte Verde (Chile) por Tom Dillehay es incontrovertible, al ser fechado oficialmente uno de los yacimientos investigados en 14 800 años AP (Monte Verde I).
[41] Esta fecha fue aceptada por la comunidad científica en 1997, cuando Monte Verde fue visitado por una delegación de los más importantes investigadores del mundo, entre los que se encontraba Calbot Vance Haynes, el más importante defensor de la teoría del poblamiento tardío.
Con el descubrimiento se dio un salto enorme, porque los objetos encontrados tienen una antigüedad de 40.000 años.
Este hallazgo retrasa las fechas de dispersión humana en la región, posiblemente a hace 33.000 a 31.000 años y traerán una nueva consideración para los sitios arqueológicos sudamericanos fechados con más de 20 mil años.
Los defensores de esta teoría sostienen que la fecha de ingreso al continente no pudo ser anterior al 14 000 AP porque fue en ese momento cuando se abrió el corredor libre siguiendo el río Mackenzie a través del actual territorio canadiense.
A partir de ese piso diversas investigaciones científicas han propuesto fechas muy diferentes, las cuales, sin embargo, se encuentran bajo una fuerte controversia por no presentar evidencia sólida al no presentar una datación confiable.
[70] En el caso de fechas postuladas que son anteriores al Homo sapiens, Maria Beltrão y Rhoneds Aldora Pérez, postulan que podría haber sido posible un hipotético poblamiento humano en América, hace más del 300 000 años durante la glaciación illinoiense, el cual habría sido realizado por alguna variante del Homo erectus, con una industria lítica de cantos y lascas.
[71] Sin embargo no hay fósiles ni estudios genéticos que apoyen está hipótesis.
Igualmente, a pesar de las dataciones indicadas, no se han encontrado fósiles humanos ni aportado otras pruebas que confirmen estas dataciones postuladas que serían anteriores a la huella encontrada en Pilauco Bajo.
No es probable que los yacimientos más antiguos del norte hayan quedado sin descubrir.
Los olmecas fueron una cultura que se desarrolló durante el periodo preclásico de Mesoamérica.