En 1503 comenzó la construcción, en unas casas cercanas a la Puerta de Jerez.[11] Esta bula autorizaba a la fundación de colegio, universidad y capilla propia, en el que se impartiesen grados de Lógica, Filosofía, Teología, Derecho Canónico, Derecho Civil y Artes.Rodrigo falleció en 1509 y sus tres albaceas continuaron con el patronazgo del colegio.En 1526 se amplió con la adquisición de una parcela aneja que pertenecía al Alcázar.En 1621 se realizaron unos nuevos estatutos que le dieron a la universidad mayor independencia con respecto al colegio que, por su lado, pasó a contar con el apadrinamiento del conde-duque de Olivares y pasó a llamarse Colegio Mayor de Santa María de Jesús, lo que lo diferenciaba más del cercano Colegio de Santo Tomás, regido por los dominicos.En 1768 Olavide propuso que la universidad se trasladase a la antigua casa profesa de esa orden, un edificio del siglo XVI en la calle Laraña.Con este uso, fue objeto de una gran reforma a finales del siglo XIX.El seminario se trasladó al palacio en 1901 y el edificio del colegio fue vendido al promotor inmobiliario Juan Bautista Calvi.La portada fue trasladada al compás del convento de Santa Clara, donde fue montada en 1922 por Juan Talavera y Heredia cuando una parte del convento pasó a ser usada como museo municipal.[18] En 1772 este centro, separado ya del Colegio Mayor de Santa María de Jesús, pasó a llamarse Real Universidad Literaria.[23][24] En el siglo XIX se realizaron nuevos planes generales universitarios y reformas que afectaban a determinadas facultades españolas.[25] En 1843 se fundó la Biblioteca Provincial y Universitaria de Sevilla.En 1852 se suprimieron las facultades de teología en todas las universidades.[33] En los años 60 se crearon las Escuelas Técnicas Superiores de Arquitectura e Ingenieros Industriales.Al mismo tiempo, la nueva organización territorial del Estado supuso una distribución de competencias universitarias entre los distintos poderes públicos.Esta norma-marco contempló la universidad como un servicio público referido a los intereses generales, garantizando la participación en su gobierno de las diversas fuerzas sociales.