El clérigo Rodrigo Fernández de Santaella quiso fundar una institución educativa en Sevilla.
Isabel la Católica le escribió tres cartas apoyando su proyecto en el año 1500.
[1] La institución también estuvo regulada por los dos testamentos de Rodrigo y las constituciones redactadas por este, que fueron modificadas sustancialmente por su sucesor en la canonjía magistral, Martín Navarro.
[3] El colegio quedó reducido entonces a una mera residencia de becarios.
Entre 1800 y 1801 fue rector José María Blanco White, que entonces era sacerdote católico.