Rodrigo Fernández de Santaella

[1]​ Otro asistente a dicho colegio en esa época fue el gramático Antonio de Nebrija, que en 1470 se fue a Sevilla para ser asistente del arzobispo Alonso de Fonseca.

[1]​, aunque no llegó a residir nunca en la capital hispalense.

[3]​ Ahí trató con otros protegidos de Ammannati, como el humanista Francesco Filelfo, Giacomo Gherardi, Antonio Malvicino, Bartolomeo Platina, y tal vez el gramático Giovanni Battista Valentini,[1]​ conocido como Cantalicio por haber nacido en Cantalice.

[1]​ En 1488 fue nombrado capellán mayor de esta catedral,[1]​ y el año siguiente regresó a Roma, permaneciendo en Italia hasta 1496.

[1]​ Entonces, maese Rodrigo intentó crear un colegio en la ciudad similar al boloñés.

[8]​ En 1503 compró un solar para construir el colegio y meses después comenzaron las obras.

[1]​ Fue enterrado en la capilla de dicho colegio, junto a su amigo y albacea Alonso de Campos y junto con su colaboradora María Sánchez,[1]​ con un epitafio en el que no figuran los versos que había encargado en su testamento, sino un dístico más elegante tomado del de su protector Ammannati.

Retrato de maese Rodrigo Fernández de Santaella rezando a la Virgen María (c. 1645), por Francisco de Zurbarán ( Palacio arzobispal de Sevilla ).
Retrato de maese Rodrigo (c.1518), por Alejo Fernández , retablo de la Capilla de Santa María de Jesús , Sevilla .
Portada del Vocabularium ecclesiasticum , editado en Estella por el impresor Miguel de Eguía el año 1646.