[8] Según la tradición, la construcción se inició en 1401, aunque no existe constancia documental del comienzo de los trabajos hasta 1433.
[14] Durante la administración musulmana, el califa almohade Abu Yacub Jusuf ordenó la construcción de una gran mezquita en Sevilla en los terrenos que actualmente ocupa la catedral.
Al año siguiente, 1507, tuvo lugar la consagración del templo, aunque quedaron pendientes algunas obras por concluir.
Durante el mismo se terminaron partes del edificio que habían quedado inconclusas, procurando en todo momento mantenerse lo más próximo posible al diseño gótico original.
[28] Más del 99 % de los turistas que visitan Sevilla están interesados en conocer el templo.
Su interior está ricamente decorado, destacando el retablo mayor, la estructura fue realizada por Francisco Dionisio de Ribas y las tallas por Pedro Roldán.
Es la vía por la que acceden las procesiones de Semana Santa al templo catedralicio en su recorrido por la carrera oficial.
Sin embargo, las capillas están separadas por estribos perpendiculares al eje central del templo, terminando en 28 pilares adosados que, con otros 32 exentos, soportan a 68 bóvedas ojivales.
[12] La nave central aloja dos edificaciones: el Coro, flanqueado por grandes órganos; y la Capilla Mayor rodeada por altas rejas.
Entre ellas se sitúa el crucero, cuyas bóvedas son las más altas del templo y alcanzan en este punto los 37 m de altura.
Destaca entre todas la Virgen del Reposo, bella imagen de la Virgen con el Niño dormido sobre su pecho atribuida a Miguel Perrin, la cual está situada enfrente a la reja de la capilla Real y antaño tuvo gran devoción entre los sevillanos.
En los tablones mayores de entrada al coro se encuentran elementos ojivales con la separación hecha con columnas que terminan en pináculos.
[66] Los patronos de este altar fueron Pedro García de Villadiego y su esposa Catalina Rodríguez, los cuales encargaron un retablo en 1537, en cuyo banco se encuentran sus retratos, don Pedro junto a san Benito y doña Catalina a san Francisco.
Destaca en este espacio la pintura principal del retablo que fue realizada por Luis de Vargas en 1561 y representa un tema alegórico sobre Jesucristo.
La Virgen sostiene a su hijo con la mano izquierda y con la derecha una rosa, mientras que el Niño sujeta un pájaro.
Otro elemento destacado son las numerosas lámparas de plata del siglo XVIII que adornan la capilla.
Puede contemplarse asimismo un claviórgano fabricado en 1787 por Gabriel Buntebart y Sievers, instrumento de gran valor del que existen muy pocos en el mundo.
En la parte superior se representa el martirio de San Laureano flanqueado por ángeles enmarcados en columnas salomónicas.
[66] La imagen posee una larga cinta en torno a su cintura, la cual simboliza consuelo, remedio y protección.
[66] Recibe este nombre popularmente por una imagen del Niño Jesús que fue tallada sobre 1650, probablemente por un discípulo de Martínez Montañés.
[66] En este altar se encuentra un retablo barroco en el que está colocada una representación escultórica de La Piedad.
Posteriormente fue restaurado gracias a la intermediación del canónigo José Torres Padilla y finalmente se colocó en el sitio que ahora ocupa.
Este conjunto nos muestran las claras influencias manieristas y flamencas que existen en la obra de Villegas.
En la parte inferior del cuadro, San Antonio en medio de la penumbra con los brazos extendidos dirige su mirada a la parte superior del lienzo donde se representa al Niño Jesús en el centro de una intensa luz y rodeado por nubes y numerosos ángeles.
En 1531 instituyó en Sevilla un concurso literario para alentar a los jóvenes al estudio de la oratoria y la poesía.
Esta capilla perteneció primitivamente a los caballeros aragoneses que acompañaron al rey san Fernando en la conquista de Sevilla.
Desde principios del siglo XVI la dotó el mercader genovés residente en Sevilla Francisco Pinelo, sirviendo de enterramiento a su familia.
[100] Antigua oficina de cuentas, rentas y valores del cabildo, situada junto a la sala capitular.
En su interior se muestra una gran colección de pinturas religiosas desde el siglo XV al XIX.
[109] La procesión del Corpus Christi alcanza gran esplendor en Sevilla y se continúa celebrando en jueves para mantener la tradición.