Ese mismo año el padre se casó en segundas nupcias con Emilia Acosta Manfrino.
[6] El padre también era amigo del bibliotecario de la Biblioteca Colombina, José María Fernández Velasco.
En este periodo recibió lecciones de dibujo del pintor Gumersindo Díaz.
En estas asignaturas obtuvo un aprobado, aunque solo existía esta opción o suspenso.
[17] Estudió Derecho, con calificaciones mediocres,[11] hasta 1878, cuando hizo el examen final.
En 1881 se le ofreció ser fiscal dos años más pero rechazó el cargo.
[23] En 1897 fue nombrado jefe de este archivo, cargo que ejerció hasta 1904.
Hacia 1885 Gestoso se puso en contacto con el administrador de este lugar, que le mostró unos documentos que se conservaban en la casa del portero del edificio.
Huntington escribió a Gestoso que la exposición había sido un rotundo éxito.
Uno de ellos, que se encuentra en una colección particular, lo presenta con armadura y tiene la leyenda "Al amigo Gestoso.
[48] Gestoso solicitó a sus amigos y conocidos que contribuyesen con otros objetos al museo.
[48] Faltaba encontrar un edificio acorde para exponer todo lo que se juntó.
[48] En 1893 el alcalde José Bermúdez Reina cedió para este museo un salón de la casa consistorial.
Finalmente, el museo fue inaugurado en este edificio por la infanta María Luisa en 1895.
En 1882 dirigió la restauración de este elemento, que llevada a cabo por la bordadora Isabel Tomasi.
En 1892 se restauró la orla de leones y castillos del pendón.
[55] José Gestoso le pidió a Genaro Parladé que donase un dintel con una inscripción sobre san Hermenegildo al Museo Municipal de Sevilla.
Sin embargo, luego fue guardada partida en dos en un corral que tenía la catedral frente al Archivo de Indias.
Este último aceptó colocar esta lápida en el patio del cabildo.
Gestoso y el hispanista Henry Harrisse dieron la voz de alerta sobre esto sin que el canónigo bibliotecario, Servando Abolí y Faraúdo, hiciese nada por impedirlo.
Con el informe resultante, la Comisión decidió iniciar medidas para conservar y exponer elementos mudéjares del edificio.
Entonces Gestoso se quedó con las lacerías y con el escudo, que las monjas no estaban interesadas en conservar.
[69] En 1889 José Gestoso escribió sobre el mal estado en que se encontraba la Torre del Oro de Sevilla.
En 1899 el Ministerio de Marina encargó la restauración del edificio al ingeniero naval Carlos Halcón.
Gestoso no consideró a esta persona preparada para restaurar un monumento.
El arqueólogo Jorge Bonsor informó a Gestoso de la celeridad con la que había actuado Juan Fernández.
Una subcomisión formada por Gestoso, Fernando Reinoso y Francisco Aurelio Álvarez Millán se desplazó a Carmona para evaluar los daños.
[77] En 1903 la Diputación Provincial de Sevilla dio 2 000 pesetas a la Comisión para que excavase en Itálica.
[82] Donó sus libros y papeles a la Biblioteca Colombina de Sevilla, creándose el Fondo Gestoso.
[84] En la actualidad, la Biblioteca Colombina recuerda a Gestoso con un retrato realizado por José Macías en 1913.