Juan Pérez de Guzmán y Boza

Fomentó las letras hispalenses y llegó a ser un gran historiador aficionado y bibliófilo, como su propio hermano gemelo, cuya caudalosa biblioteca, estudiada por Antonio Rodríguez Moñino, amplió él con la suya adquiriendo en especial numerosos pliegos sueltos (Juan se orientó a los temas históricos, mientras Manuel se especializaba en literatura y poesía).Fundó una tertulia erudita muy importante en Sevilla en la biblioteca de su propio palacio, a la cual asistían, además de su propio hermano Manuel, Francisco Collantes de Terán, Manuel Gómez Imaz, José María de Hoyos y Hurtado, Luis Montoto, Cano y Cueto, Joaquín Hazañas y La Rúa, José Vázquez y Ruiz, José Gestoso y Pérez, Francisco Rodríguez Marín, el impresor Enrique Rasco y, ocasionalmente, cuando pasaba por Sevilla, Marcelino Menéndez Pelayo, entre otros.[2]​ En los años 1886-1887, financió y dirigió la revista bimestral Archivo Hispalense y participó en la fundación de la Sociedad de Bibliófilos Andaluces que publicó obras hasta entonces inéditas muy importantes.Trasladado a Madrid, junto a su biblioteca, en 1891, continuó comprando libros y pliegos sueltos, dejando consultarlos a especialistas e investigadores y apoyando la fundación del Ateneo de Sevilla y la Sociedad de Excursiones.En 1902 el hispanista Archer M. Huntington compró la biblioteca de su hermano Manuel y quiso comprar también la suya, pero solo obtuvo la primera, que se conserva en la Hispanic Society of America; la de Juan se dispersó poco a poco en subastas y librerías madrileñas, aunque algunos de sus libros, pliegos sueltos y manuscritos se depositaron en la Biblioteca Nacional.