Leoncio Baglietto González[nota 1] fue un escultor español del siglo XIX,[1] hijo de Santiago[2] y hermano de Joaquín.
[3] Natural de Murcia e hijo del escultor italiano Santiago Baglietto, Leoncio fue discípulo de los estudios dependientes de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
[1][2] En 1854, trabajó en Cádiz la estatua de fray Domingo de Silos Moreno, obispo de aquella diócesis.
[1] Ossorio y Bernard recoge lo que un periódico de la época dijo sobre la obra: «Dibujo correcto, grandes y regulares proporciones, ropas bien plegadas, natural acusado con inteligencia y economía, movimiento delicado y filosofía en el momento elegido para representar a su héroe, tales son las excelentes cualidades que ha sabido adecuar en su primera obra monumental el joven y aventajado artista D. Leoncio Baglieto».
[1] En la exposición que se celebró en Sevilla en 1858, obtuvo una medalla de plata por un busto colosal de Murillo, modelado en barro y sacado en yeso a molde perdido, obra que presentó igualmente a la Exposición Nacional de 1860, donde, según las palabras Ossorio y Bernard, «se hizo notar por su carácter artístico y la vida e inteligencia que resplandecían en la cabeza del pintor sevillano».