Su color es oscuro, aunque puede variar según la composición de las impurezas del verde muy oscuro al claro, al rojizo y estar veteada en blanco, negro y rojo.
Rocas cristalinas con una composición parecida a la obsidiana incluyen el granito y la riolita.
Como la obsidiana es metaestable en la superficie de la Tierra —con el tiempo el vidrio se convierte en cristales minerales de grano fino— no se ha encontrado obsidiana más antigua que el Cretácico.
Por ejemplo, hierro y magnesio suelen producir un color marrón oscuro hasta negro ("obsidiana mahogany").
Estas burbujas pueden producir efectos notables, como un brillo de oro (“obsidiana dorada”).
[10][11] Los yacimientos de obsidiana se encuentran en lugares que experimentaron erupciones riolíticas, como los encontrados en Argentina, Armenia, Azerbaiyán, Australia,[12] Canadá, Colombia, Chile, Georgia, Grecia, El Salvador, Honduras, Escocia, Estados Unidos,[13][14] Guatemala, Islandia, Italia, Japón, Kenia, México, Nueva Zelanda, Papua Nueva Guinea, Perú y Turquía.
En el Mediterráneo central, sólo existen cinco yacimientos de obsidiana: Lipari, Pantelleria, Palmarola, Monte Arci,[15] y Carboneras[cita requerida].
Al igual que todos los vidrios volcánicos y algunos otros tipos de rocas, la obsidiana se rompe con una característica fractura concoidea.
[28] En la zona del Mediterráneo oriental se utilizó el material para fabricar herramientas, espejos y objetos decorativos.
[32] Las culturas mesoamericanas usaron profusamente la obsidiana para elaborar herramientas y ornamentos.
Como cada volcán —y en algunos casos cada erupción volcánica— produce obsidiana con características distinguibles, los arqueólogos pueden trazar los orígenes de un artefacto específico.
Los cortes hechos con las cuchillas de obsidiana son más finos y causan menos daño al tejido orgánico, permitiendo que las heridas quirúrgicas sanen más rápidamente.
[37] Incluso el cuchillo de metal más afilado tiene una hoja irregular y dentada cuando se ve bajo un microscopio; en cambio, la hoja de obsidiana sigue siendo suave y uniforme cuando se examina incluso con un microscopio electrónico.