La principal causa de infertilidad es la edad en la que se comienza a procrear.
La caída de la fertilidad en mujeres se debe a un fallo ovárico sobre todo.
En el caso masculino, la solución más sencilla es la criopreservación de espermatozoides, una técnica perfectamente desarrollada, y que permite al paciente mantener la capacidad reproductora, aunque recurriendo a técnicas de reproducción asistida.
Este es el método utilizado con mayor frecuencia, con una tasa de éxito del 40%.
extraer y congelar tejido ovárico de la mujer para reimplantarlo después del tratamiento contra el cáncer;[14][15] en este caso las principales complicaciones potenciales son el procedimiento de criopreservación (que no parece ser el factor limitante), y el riesgo de daño isquémico, aunque se están desarrollando con éxito técnicas para disminuir dichas complicaciones.
[17] Sin embargo, se espera que esta tasa mejorará considerablemente en los próximos años.
Esto se refleja con consumos tan moderados como son 5 unidades de alcohol semanales.
En casos más severos podría incluso producirse una disminución de la libido, impotencia y atrofia testicular.
Los trastornos de la alimentación son enfermedades psicológicas y médicas que pueden afectar negativamente la salud reproductiva.
En las mujeres los problemas de infertilidad más frecuentes asociados a los trastornos alimentarios son: Cabe destacar que el sistema reproductivo es muy sensible al estrés fisiológico que pueden implicar los trastornos alimentarios.
Sin embargo, en general, cuando las personas dejan de restringir la ingesta calórica, las menstruaciones se normalizan y hasta pueden llegar a lograr un embarazo espontáneo.
Además, la comida rica en grasa eleva la temperatura testicular y daña las células germinales masculinas.
En hombres, los deportes que más afectan a la fertilidad son: En mujeres, los ensayos clínicos realizados hasta el momento sugieren que la actividad física regular afecta positivamente la fertilidad femenina y la salud de la descendencia, aunque este efecto parece depender de la intensidad del ejercicio.
Por todo ello, se podría sugerir el ejercicio de intensidad moderada para mejorar la fertilidad femenina.
Esto tiene como causa anomalías en el proceso meiótico y daño genético por la toma de estas sustancias.
Los ovocitos de mamíferos tienen la capacidad de reparar enzimáticamente daños para afrontar y corregir modificaciones del ADN, aunque su función en la reparación del daño genómico inducido por la radiación aún no está clara.
Las radiaciones no ionizantes se definen como aquella onda o partícula que no es capaz de arrancar electrones de la materia que ilumina produciendo, como mucho, excitaciones electrónicas.
En ellos, el uso de teléfonos móviles afecta negativamente la calidad del semen al disminuir el recuento, la motilidad, la viabilidad y la morfología de los espermatozoides, lo que podría contribuir a la infertilidad masculina.
La infertilidad producida por estos tratamientos en algunos casos es pasajera, mientras este dura, pero también puede resultar irreversible.
Por todo esto, cobra especial importancia la preservación de la fertilidad en edad reproductiva.