Durante la época medieval se configuró como centro de intercambios comerciales de primer orden, construyéndose en ella diversas edificaciones de carácter eminentemente comercial como: Durante el siglo XVII el Hala dels Draps se convirtió en el Palacio del Virrey, reformado nuevamente en 1846, fecha en que pasó a ser Palacio Real, hasta que fue destruido por un incendio en 1875.
Entre 1514 y 1608 se le añadió un piso superior, que servía de arsenal.
En 1771 se construyó una nueva fachada, diseñada por el conde de Roncali, en estilo neoclásico.
Su aspecto actual data del siglo XVIII cuando se llevaron a cabo múltiples reformas y construcciones para ennoblecer el espacio y dotarlo de un estilo neoclásico, acorde con el entorno del Paseo de Colón.
Construidas en 1840 bajo el patrocinio del indiano José Xifré, se consideran un ejemplo paradigmático de la arquitectura burgesa neoclàssica en la capital catalana.
Como la anterior, reproduce el modelo de casa burgesa del ochocientos, pero sin su riqueza ornamental.
La finca, que ocupa toda la manzana delimitada por las calles Reina Cristina y Pas Sota Muralla y el Pla de Palau, está catalogada como Bien Cultural de Interés Local.