Pintura clasicista

Como reacción al manierismo de finales del siglo XVI, surgieron en Italia dos tendencias: el caravaggismo y el clasicismo.

Ambas se enmarcan cronológicamente dentro de la pintura barroca, pero sus características son distintas a las del barroco pleno, como señaló el historiador suizo Heinrich Wölfflin: La línea clasicista fue seguida por los Carracci, el más destacado de los cuales fue Annibale Carracci, dando lugar al clasicismo romano-boloñés, tendencia que se opuso al caravaggismo.

También se le considera el creador del paisaje clásico, en el que las figuras humanas son meramente anecdóticas.

Autores posteriores se consideran de transición hacia el pleno barroco: Giovanni Lanfranco y Guercino.

Otro pintor que también desarrolló su carrera en Roma, pero cuyas obras se adquirían en Francia, fue Gaspard Dughet.

Aunque el iniciador es considerado Simon Vouet, antiguo tenebrista, es sin duda Le Brun la figura académica por excelencia, y quien mejor supo defender el ideal artístico del Rey Sol.

Otros artistas destacados son Pierre Mignard, Antoine Coypel, Jean Jouvenet y Charles de la Fosse.

Otros pintores que pueden enmarcarse dentro de ella son: Bertholet Flémal, Jean-Guillaume Carlier, Englebert Fisen y Lambert Blendeff.

Las musas Clío, Euterpe y Talía , Eustache Le Sueur , h. 1640-1645, Museo del Louvre , París , ejemplo de aticismo .
Hipómenes y Atalanta , Guido Reni , versión h. 1615-1625