Durante mucho tiempo se pensó (por un error de transcripción) que Reni nació en Calvenzano di Vergato, cerca de Bolonia, pero en realidad nació en la misma Bolonia, en un edificio ahora conocido como Palazzo Ariosti.
A los nueve años, entró como aprendiz en el taller boloñés de Denys Calvaert.
También pintó al fresco la Capilla Paolina en Santa Maria Maggiore de Roma, así como las alas Aldobrandini del Palacio Apostólico Vaticano.
En años posteriores, Reni viajó a Nápoles para completar un encargo para pintar el techo en una capilla de San Gennaro.
Sin embargo, en Nápoles, los otros pintores locales destacados, incluyendo a Belisario Corenzio, Giovanni Battista Caracciolo y Ribera, eran muy combativos contra los pintores foráneos, y corrió el rumor de que conspiraron para envenenar a Reni, o lesionarle de algún otro modo (como pudo haberle ocurrido, antes que él, a Domenichino en Nápoles).
En Rávena, pintó la capilla en la catedral con su admirado cuadro de los Israelitas recogiendo el maná.
Por ejemplo, su retablo de Sansón Victorioso presenta unas poses estilizadas propias del manierismo.
Aunque su principal ayudante fue Giovanni Andrea Sirani, el artista más distinguido que pasó por su taller fue Simone Cantarini, llamado «Il Pesarese», quien pintó un retrato de su maestro, actualmente en la Pinacoteca Nacional de Bolonia.
Otros discípulos fueron Domenico Maria Canuti, Giovanni Battista Michelini, Giacomo Semenza, Francesco Gessi, y Marco Bandinelli.
Se le atribuyen muchos aguafuertes, algunos basados en sus propios cuadros, y algunos otros de maestros distintos.