Santa Maria della Concezione dei Cappuccini, o Nuestra Señora de la Concepción de los capuchinos, es una iglesia situada en Via Veneto, Roma, encargada por el papa Urbano VIII, cuyo hermano, Antonio Barberini, era un fraile capuchino.
Varias obras maestras famosas adornan las capillas, como el Arcángel San Miguel de Guido Reni.
Aquí los capuchinos venían a rezar y reflexionar cada tarde antes de retirarse para pasar la noche.
La cripta subterránea está dividida en cinco capillas, iluminadas solo por la tenue luz natural que se filtra a través de grietas y pequeñas lámparas fluorescentes.
Algunos de los esqueletos están intactos y cubiertos con hábitos franciscanos, pero en su mayor parte, se utilizan huesos individuales para crear diseños ornamentales elaborados.