Inicialmente impulsado a estudiar medicina, entró en 1624 en el taller del pintor Jean Boucher, en Bourges.
Allí Mignard estudió con Simon Vouet, conoció a Charles Le Brun (aunque más tarde ambos sostendrían una fuerte rivalidad), y también a Eustache Le Sueur y Charles-Alphonse Du Fresnoy, con quien mantuvo una gran amistad.
Alcanzado el éxito en Roma, fue llamado a Francia por Luis XIV en 1657.
El Museo Condé de Chantilly guarda un retrato del dramaturgo pintado por Mignard.
Sus madonas dieron lugar al adjetivo "mignard" y a la palabra "mignardise".