Una vez terminada ésta, comenzó en 1378 el Gran Cisma de Occidente que no se resolvió hasta 1417.
Los antipapas Clemente VII y Benedicto XIII, continuaron residiendo aquí aún después de que los papas regresaran a Roma en 1377.
Clemente VII permaneció en Aviñón durante todo su pontificado 1378-1394 mientras que Benedicto XIII vivió en Aviñón hasta que huyó hacia Aragón, fijando su residencia finalmente en Peñíscola, donde murió a los noventa y seis años de edad en 1423.
Su universidad fue fundada por el papa Bonifacio VIII en 1303 y, debido a su reputación por sus estudios en leyes, tuvo gran importancia hasta la Revolución francesa.
Aviñón no es solo un centro administrativo, sino también un escaparate artístico y cultural de primer orden.
Se trata de un monumento impresionante que se asienta en la plaza del mismo nombre, sobre una protuberancia rocosa que había en la parte norte de la ciudad, sobre el Ródano, llamada Rocher des Doms.
En Aviñón se celebra anualmente un reconocido festival de teatro y artes escénicas.