Aviñón y el condado Venassino pasaron a formar parte oficialmente de los Estados Pontificios.
Magnates y príncipes venían a visitar la nueva sede del papa, rodeada de artistas, pintores traídos de Italia, escultores y arquitectos franceses, poetas, médicos, entre otros.
Viendo entonces que el palacio construido por Benedicto XII no era lo suficientemente grande para recibir a tantas personas, comenzó la ampliación del mismo.
El papa reaccionó publicando, en 1348, dos bulas en las que condenaba toda violencia contra los judíos y, además, instó al clero para que tomara medidas necesarias para su protección.
El papa proclamó sobre la peste: «Pestilencia con la que Dios está castigando a sus gentes».
Por órdenes médicas, Clemente VI pasó el caluroso verano de 1348 sentado entre dos fuegos que se atizaban permanentemente.