Andrómeda (mitología)

Esto provocó la furia de Poseidón, protector de estas últimas, así que decidió inundar la tierra y enviar a un monstruo marino, el ceto, para que acabase con los hombres y el ganado.

[4]​ Perseo, que tras matar a Medusa había recibido como obsequio, de unas ninfas (identificadas con las Hespérides),[5]​ unas sandalias aladas, la vio encadenada y se enamoró de ella, ofreciéndole unas dulces palabras.

[7]​ Andrómeda siguió a Perseo hasta la isla de Sérifos.

[8]​[9]​ Sus descendientes gobernaron Micenas desde Electrión hasta Euristeo —de quién obtuvo la corona Atreo—, pasando por el mismísimo Heracles.

Considerando las estrellas más débiles visibles a simple vista, las constelaciones se representan como: Andrómeda, y su papel en el mito popular de Perseo, ha sido objeto de numerosas obras de arte antiguas y modernas, en las que se la representa como una joven atada e indefensa, típicamente bella, ante un terrible peligro, que debe ser salvada gracias al valor inquebrantable de un héroe que la ama: Andrómeda fue un tema popular para muchos artistas, especialmente en las épocas del Renacimiento y del Barroco, seguido de un resurgimiento del interés por su mito en el siglo XIX, pero el interés sobre él ha descendido desde entonces.

Andrómeda encadenada a una roca , óleo de Gustave Doré (1832-1883).
Diseño para el escenario de la obra de Corneille Andromède (1650)
Perseus en Andromeda - NK3577 - Museum Boijmans Van Beuningen
Andrómeda y Perseo por Mignard , 1679.