Cuando se presentó la oportunidad, Apolo envió dos serpientes desde Ténedos sobre las olas del mar para matar a sus dos hijos Antifantes y Timbreo.
La misma fuente dice que Atenea, más irritada aún, envió a las serpientes marinas, gigantes en tamaño.
Las serpientes mataron sólo a los dos hijos, dejando con vida al propio Laocoonte para que sufriera.
[8] Otros dicen que fue asesinado por haber cometido una impiedad al hacer el amor con su esposa en presencia de una imagen de culto en un santuario[9] o simplemente por haber oficiado un sacrificio en el templo con su esposa presente.
[10] Laocoonte pronuncia la famosa frase Timeo Danaos et dona ferentes «(Desconfío de los dánaos (griegos) incluso cuando traen regalos»),[11] alertando a los troyanos de que podría ser una trampa, que dentro del caballo podía haber tropas aqueas y sugirió quemarlo, pero los troyanos no le hicieron caso.
Otra tradición distinta dice que Laocoonte había roto la prohibición de Apolo al casarse y tener hijos.
El grupo escultórico presenta una captura del movimiento en forma de triángulo.
El conjunto escultórico del Laocoonte pertenece a la escuela de Rodas.
Sin embargo, cuando en 1957 se descubrió el brazo original, estaba doblado, precisamente en la posición que Miguel Ángel había propuesto para la reconstrucción.