[1] Ateniéndose al concepto petrológico, no al comercial, solo se pueden considerar mármoles en sentido estricto a los agregados cristalinos de calcita en mosaico por recristalización metamórfica de una caliza o dolomía precedente.
El metamorfismo provoca la recristalización variable de los granos minerales del carbonato original.
Las texturas y estructuras sedimentarias primarias de la roca carbonatada original (protolito) suelen haber sido modificadas o destruidas.
La siguiente reacción química muestra un proceso típico que utiliza fluorosilicato de magnesio.
El hexafluorosilicato de calcio resultante (CaSiF6) se une a la superficie del mármol.
[3] La bacteria metilotrófica haloalcalifílica Methylophaga murata fue aislada de mármol en deterioro en el Kremlin.
[cita requerida] El mármol se usaba originalmente en la Grecia Arcaica para la realización de esculturas decorativas debido a su rigidez y resistencia.
[8] En el pasado el mármol se extraía explotando simas con pértigas y usando cuñas de madera hechas para hincharse con agua.
Las innovaciones técnicas a gran escala en el procesamiento del mármol provinieron de Carrara en Italia.
[10] En 1895, en Carrara, Italia, se utilizó por primera vez alambre en espiral accionado por motores diésel para aserrar los bloques de piedra.
Además, los bloques en bruto se formatean aún más con martillos neumáticos y herramientas para dividir la piedra, según sea necesario.
Desde la era industrial el proceso de pulido del mármol y otras piedras naturales se ha llevado a cabo cada vez más con medios mecánicos, con tecnologías manuales y de máquinas totalmente automatizadas.
Además los abrasivos contienen plásticos termoendurecibles, que tienen un efecto beneficioso sobre el resultado final durante el proceso de pulido.
Finalmente, el término pasó a ser μάρμαρος (mármaros), que derivaría al latín marmor.
[8] La palabra mármol deriva del griego antiguo μάρμαρον (mármaron),[15] de μάρμαρος (mármaros), 'roca cristalina, piedra brillante',[16][17] quizá del verbo μαρμαίρω (marmaírō), 'destellar, centellear, brillar';[18] R. S. P. Beekes ha sugerido que un origen «pre-griego es probable».
La mayoría de los demás idiomas europeos (con palabras como marmoreal) se asemejan más al griego antiguo original.