[4] Sísifo era notable por su astucia, pero ni siquiera él supo prever a Autólico, que le robaba su ganado.
Como ninguno de los litigantes cedía tuvo lugar un tribunal divino, y al final Sísifo desistió.
[8][7] Pausanias nos dice que Sísifo fue padre (implícitamente con Mérope porque nunca se le asocia otra consorte) de cuatro hijos: Glauco, Ornitión, Tersandro y Almo.
Recurrió a medios ilícitos, entre los que se contaba el asesinato de viajeros y caminantes, para incrementar su riqueza.
Antes de morir, el avispado mortal encarga a su esposa que no le tribute ninguna honra fúnebre.
Este asunto fue un tema frecuente en los escritores antiguos, y fue representado por el pintor Polignoto en sus frescos sobre la Nekyia, en la galería pública o lesque[21] de Delfos.
Otros ven en él una personificación de las olas subiendo hasta cierta altura y entonces cayendo bruscamente, o del traicionero mar.
Welcker ha sugerido que la leyenda fuera un símbolo de la vana lucha del hombre por alcanzar la sabiduría.