[3] Era hermano, entre otros, de Atamante, Sísifo o Creteo, los patriarcas más importantes entre los Eólidas.
[11] En los textos mitológicos Salmoneo era un buen ejemplo de rey impío.
Mostró su arrogancia queriendo igualar a Zeus y fue castigado por su impiedad: decía que él era Zeus, a quien despojó de las ofrendas al ordenar que los sacrificios se hicieran en su propio honor, y arrastrando de su cuadriga odres secos y calderas de bronce, decía que tronaba, y arrojando al cielo antorchas encendidas, decía que relampagueaba.
Como castigo por su hibris el verdadero Zeus descendió desde el mismo Olimpo y mató a Salmoneo con un rayo:[5] Las fuentes tardías nos dicen que Salmoneo y su hermano Sísifo se odiaban mutuamente.
[14] En Cranon, Tesalia, había un carro de bronce que en tiempos de sequía era sacudido y al que se le ofrecían oraciones para propiciar la lluvia.