Se expuso en la Galerie d’Antin (París) en 1916, tras lo cual Picasso la guardó en su estudio, hasta que, a principios de los años 20, fue adquirida por Jacques Doucet y exhibida en 1925 en el Museo del Petit Palais.
No hay datos fidedignos y escritos sobre esta cuestión pero se cree que fue su amigo Apollinaire quien le dio el título de El burdel filosófico y después André Salmon lo llamó Les demoiselles d'Avinyó, una calle de Barcelona, en la que había prostíbulos.
Picasso lo enseñó y lo guardó hasta que en 1916 (nueve años más tarde) fue expuesto.
Las medidas del lienzo iban a ser más pequeñas, con siete protagonistas, cinco mujeres y dos hombres.
Los críticos e historiadores han visto en este boceto una clara escena de burdel.
La mujer sentada sigue casi igual, solo que ahora vuelve ligeramente la cabeza hacia el espectador.
El bodegón del centro queda adelantado a primer término y la jarra con flores desaparece.
La escena de burdel ya no está tan clara como en el boceto anterior y cada figura femenina toma protagonismo por sí misma.
Las figuras están localizadas en un marco irreal donde no hay sombras ni luces, sin embargo, en contraste con la luz, es destacable la gran variedad de colores que abundan en la obra, desde ocres y blancos, hasta rojos y azules.
[4] En la parte inferior se muestra un bodegón, el cual está compuesto por una serie de frutas entre las que destacan uvas, sandía, una manzana y una pera.