El origen del mundo
Los desnudos femeninos han sido revisitados numerosas veces en la producción gráfica de Courbet, quien ya los retrató en obras de marcado sabor libertino; esta constante iconográfica regresa en El origen del mundo con tal audacia y realismo que confiere al lienzo una fuerte carga seductora.El cuadro, además de las diversas referencias renacentistas, también se ha relacionado con las fotografías eróticas tomadas hacia 1860 por Auguste Belloc,[2] en las que Courbet pudo haberse inspirado.El conjunto reapareció en 1918 en la Galería Bernheim-Jeune de París, sin que se sepa cómo llegó allí.Hatvany trasladó su residencia a París en 1947 y en 1955 Jacques Lacan adquirió de él L'origine du monde.Lacan llevó el cuadro a su casa campestre La Prevoté en Guitrancourt, pero lo ocultó también, esta vez bajo una composición realizada exprofeso por André Masson, cuñado de la que sería su mujer, Silvia.A medida que el caso ganó la atención de los medios, Facebook eliminó otras páginas sobre la pintura.