El arte urbano engloba tanto al grafiti como a otras diversas formas de expresión artística callejera.
[8] El arte urbano comienza con la pintura en spray, es la forma en donde se puede encontrar mayor diversidad de estilos y búsquedas estéticas por los artistas del movimiento.
[14] Con diferentes ciudades como núcleos del arte callejero algunos de sus exponentes internacionales más reconocidos son Banksy, John Fekner, Shepard Fairey, Blek le Rat, Jacek Tylicki.
Sin embargo la base es crear obras, tras analizar y reflexionar sobre la realidad, rompiendo con diversas reglas de la física, tal vez la gravedad, o incluso crear cosas que nunca nadie pensó que pudiesen existir.
Actualmente son focos importantes de esta disciplina Valencia, Madrid, Barcelona, Pontevedra, Zaragoza y Cuenca.
[16] Cabe destacar la urbe rural leonesa de La Bañeza (León) que se ha convertido en la ciudad europea con más obras por metro cuadrado construido.
[28]Con una nómina de artistas amplia, que incluyen a Julieta XLF (Julia Silla), ESCIF, David de Limón, Pichi&Avo o Hyuro (Tamara Djurovic),[29] en Valencia se puede observar una amplia y efervescente actividad dentro del arte urbano entre las que destacan sus creadoras.
[31] Algunas zonas como el Barrio del Carmen,[32] El Mercat, Velluters, Ruzafa o el Cabanyal son entornos en los que se pueden apreciar las obras.
[33] El arte urbano o callejero es una nueva forma de expresión para muchos artistas.
[37] Gerdy Harapos,[38] Ale Giorgga, Guille Pachelo, Boxi Trixi, Rusty Deimos, Bicicleta (Martín Gabriel) y Diego Martin Staffolani forman parte del grupo BA PASTE UP,[39] un movimiento de arte urbano que tiene como principal herramienta el uso de afiches (o pegatinas) para intervenir paredes.
Este concepto nos atrae porque creemos que el arte público, además de embellecer las ciudades, reivindica la idea del lugar compartido por todos los individuos.
Consideran fundamental el hecho de trasladarse, recorrer ciudades y realizar obras que se inscriban en el contexto urbano.
Estos personajes se encuentran frecuentemente dentro de las arquitecturas que son utilizadas como soporte e integrados a las mismas a través del color y la forma.. Juntas han trabajado en diferentes ciudades como Río de Janeiro (Brasil), Hollbox (México), Londres, Wiesbaden (Alemania), Covilha (Portugal), Salamanca (España), Madrid (España), Lisboa (Portugal), Rosario (Argentina), Buenos Aires, Bangkok (Tailandia), Viena (Austria), Fanzara (España), Chemnitz (Alemania), Fortaleza (Brasil), Florianópolis (Brasil) o La Paz (Bolivia) entre muchas otras.
Han participado artistas nacionales como Norka Paz, Oveja213, Puriskiri o Rococó y otros internacionales de países como Chile, Brasil, Venezuela, Colombia, Italia y Perú, entre los que podemos mencionar a Charquipunk, Inti, Salvador, ELODIO, Brigada Negotrópica, Rodrigo Branco, el Kalaka, Bastardilla, Erica il cane, Decertor, Entes o Pesimo.
[45] Durante los días del festival numerosas obras de gran tamaño, murales, performances y esculturas, además de obras en otros formatos, se instalan en hitos urbanísticos[46] para que los ciudadanos puedan interactuar con ellas.
[49] A finales de los años 90 del siglo XX surgió un movimiento de grafiteras colombianas en Bogotá, Cali y Medellín,[50] entre las que se encontraban Fear First, Bastardilla, Lili Cuca, Era, Mela, Pecas, Missy y Gleo.
Desde entonces, el arte urbano y el grafiti ha conformado una parte esencial de la identidad barrial en las distintas delegaciones en la metrópolis.
Así es como se ha conseguido crear un lenguaje universal en torno a esta manifestación artística.
En los últimos años han producido varios murales en colaboración con talentosos artistas como Vhils, It's a Living y Bier en Brood, como parte de All City Canvas Global Series[61] en diversas ciudades de México y Estados Unidos.
Entre ellos se encontraba Ennio Tamiazzo, uno de los primeros artistas que implementó el muralismo en la urbe caraqueña.
A medida que se construyeron edificios multifamiliares en la capital venezolana, este artista italiano plasmó sus mosaicos en El Rosal, San Bernardino, Altamira y Bello Monte.
Si bien estas obras tenían un aire más cultural, gran parte de los primeros artes callejeros en el país se relacionaron con la política.
Las obras con tildes político continuaron protagonizando las calles del país, pero la cultura pasaba a formar parte de la palestra.