Jaime Garzón

[5]​ Por el homicidio de Jaime Garzón, hasta 2017, solo ha sido condenado el comandante paramilitar Carlos Castaño,[6]​ mientras que el ex-subdirector del DAS, José Miguel Narváez, fue vinculado a la investigación en 2011.Lo más seguro es que el comandante paramilitar Carlos Castaño y el Departamento Adminiatrativo de Seguridad (DAS) tuvieron mucho que ver en el asesinato de Garzon.

[9]​ Según lo que nos cuenta la serie Garzon vive del canal RCN, Jarzon trato de hablar con Carlos Castaño pero el le expreso que la orden de su asesinato estaba dada y no podía hacer nada.

[13]​[14]​ Garzón de niño estudió en un seminario donde demostró bastante impertinencia y poco respeto a las autoridades.

[15]​[16]​ No se conoce que haya participado alguna vez en combates u otros actos violentos propios de un movimiento guerrillero.

[25]​ A un telegrama en el cual se le pedía notificar las casas de lenocinio autorizadas en la zona, Garzón respondió: "Después de una inspección visual, informo que aquí las únicas putas son las FARC".

Esta respuesta fue entendida como que el alcalde menor había creado un burdel en la región.

Dio apertura a la primera y por llegar a destiempo a la segunda, separada por tres horas de trocha se ausentó de su puesto, además de buscar comida para personas que no habían almorzado ese día,[27]​[28]​ lo que, junto con otras excentricidades que no fueron bien vistas por la administración central, condujera a que el secretario de gobierno, Volmar Pérez Ortiz, firmara su destitución en 1990.

[33]​ Mientras trabajaba en la Casa de Nariño y haciendo columnas y caricaturas para el diario El Espectador, comienza su incursión definitiva en los medios que lo harían popular, debido a la amistad de su hermano Alfredo con Eduardo Arias.

Además hacían denuncias sobre la expansión paramilitar en Colombia y la situación de orden público en Uraba.

fue cerrado en 1997, Garzón se unió al programa Lechuza, producido por Caracol Televisión para la cadena UNO, a la emisora Radionet y al noticiero CM&[15]​ con su último y más popular personaje, Heriberto de la Calle, un lustrabotas que entrevistaba a diversos personajes célebres y que interpretó hasta su muerte en 1999 y curiosamente creado a partir de la extracción casi total de sus dientes debido a su mala higiene oral, la cual le había provocado periodontitis.

[37]​[38]​ El 4 de junio el zar antisecuestros, Rubén Darío Ramírez, destacó la labor del periodista como acción humanitaria.

Finalmente, el periodista le envió un telegrama: Tiempo más tarde el general Mora, reconoció públicamente la labor humanitaria de Garzón al tiempo que el periodista lanzó una acusación, involucrando a miembros del Ejército Nacional y la Policía Nacional de estar involucrados en secuestros en Bogotá y de vender secuestrados a la misma guerrilla.

Una vez liberada, Córdoba le comunicaría el hecho y el riesgo al periodista.

Tanto el sacerdote como el propio Garzón trabajaron de la mano en la misma temática y autorizados oficialmente por el zar antisecuestros.

[39]​ En esa semana tenía la intención de hacer contacto con Carlos Castaño en Antioquia.

[39]​ ambos le pudieron concertar una cita con Castaño que debería darse el 14 de agosto en Córdoba.

Yamid Amat, amigo personal del periodista y dueño de Radionet que pasaba por el sitio, presenció la escena junto a Néstor Morales y éste de inmediato dio a conocer la noticia.

Cuatro personas participaron en las primeras investigaciones como testigos claves del asesinato: María Amparo Arroyave, Wilson Llano alias El Profe, Maribel Pérez y Wilson Raúl Ramírez.

Según el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), sería uno de los sicarios y el cual es reconocido por María Amparo Arroyave tras aparentemente reconocerlo aun con casco y a desde un edificio no muy lejos del lugar del crimen.

[53]​ Así mismo, ambas oenegés también cuestionaron públicamente la poca celeridad y constante entorpecimiento tanto en este caso, así como en el caso del secuestro y violación de la periodista Jineth Bedoya ocurrida en mayo del 2000, en los cuales ambas organizaciones denunciaron en su momento que ambos casos fueron parte de un ataque sistemático contra el periodismo crítico en Colombia.

En dichas declaraciones afirmaron haber perpetrado el crimen por orden expresa del general Jorge Enrique Mora durante una reunión hecha en Valencia, Córdoba, en la cual estuvieron presentes los cabecillas de la banda, Carlos Castaño y el general Mora.

En cuanto a “Ángela”, la Fiscalía determinó que fue la encargada de la logística y el “Negro Elkin” quien lideró el grupo.

El oficial, se supone, los hospedó y les dio directrices para cometer el homicidio.

Tanto así, tenían croquis y mapas de los seguimientos que se le hicieron al humorista.

Estos documentos, según dijo el fiscal Iván Lomabana, fueron encontrados recientemente en un allanamiento en la Brigada XIII.

En otras indagatorias Don Berna declaró además haber presenciado una reunión hecha en septiembre de 1999 entre Castaño y Narváez donde hubo un altercado entre los mismos iniciado por el mismo Castaño donde este le había recriminado a Narváez, asegurando en palabras mismas del jefe paramilitar que "para que sirvió las muertes de Manuel Cepeda Vargas y Jaime Garzón si las cosas seguían igual".

[65]​ El paramilitar alias el "Compadre", al igual que Salvatore Mancuso, confesó que los crímenes contra Jaime Garzón y otros defensores de Derechos Humanos (como lo era Jesús María Valle, Eduardo Umaña Mendoza, Elsa Alvarado, Mario Calderón) fueron ejecutados por las AUC de Carlos Castaño bajo órdenes de Generales del Ejército, entre los que cita a Jorge Enrique Mora y Harold Bedoya.

Carné de Jaime Garzón como estudiante de Derecho en la Universidad Nacional de Colombia .
Monumento al periodista Jaime Garzón Forero en Bogotá en su personaje "Heriberto de la Calle".
Estatua de Jaime Garzón en la avenida de la Esperanza, Bogotá.