Fue profesor en la Universidad de Königsberg desde 1833 hasta su muerte, aunque para entonces había quedado prácticamente ciego.
Se le recuerda por su larga trayectoria profesional y por sus numerosas publicaciones, así como por el apreciado rencor que guardaba a ciertos puntos de la tradición hegeliana.
[1] Entre la gran división de la Escuela hegeliana, en compañía de Michelet, se situó a «medio camino» entre la filosofía de Erdmann y Gabler, y la «extrema izquierda» representada por Strauss, Feuerbach y Bruno Bauer.
Fue un gran crítico de los jóvenes hegelianos por el excesivo énfasis dado por estos, según él, a la acción y a la ética.
También publicó su propia autobiografía, Von Magdeburg nach Königsberg (1873), en la que refleja su vida, y trata en particular de su estancia en Königsberg.