Lupercales

Se reunían el 14 de febrero en la recién encontrada gruta, más tarde llamada Ruminal, en honor a Rómulo y Remo, del monte Palatino, la colina central en donde, según la tradición, se fundó Roma.

[2]​ Bajo la sombra de esta venerable higuera, llamada Ruminalis, comenzaba la fiesta con una ceremonia oficiada por un sacerdote en la que se inmolaba una cabra.

[5]​ Se consideraba además que esto era un acto de purificación, la así denominada februatio.

El recorrido no era un acto serio como lo había sido el comienzo de la ceremonia; los propios lupercales, animados por el público, convertían el paseo en una carnavalada cuyos gritos, cantos y bailes llegaban a ser obscenos.

[7]​ Con el paso del tiempo, el papa Gelasio I prohibió y condenó, en el año 494, la celebración pagana de las lupercales.

[9]​ Las lupercales aparecen marcadas en el cronógrafo del 354, junto con otros festivales tradicionales y cristianos.

[10]​ A pesar de la prohibición que se hizo, en el año 391, de todos los cultos y festivales no cristianos, el pueblo considerado cristiano celebraba las lupercales con regularidad durante el periodo del emperador Anastasio I.

Más adelante, después del asesinato de César, Marco Antonio ofrece su discurso funerario.

En seguida, el texto de la escena segunda del acto III (línea 74), donde explica cómo, en las lupercales, ofreció tres veces a César la corona:

El dios romano Februus personificaba tanto el mes como la purificación, pero parece ser posterior a ambos.

Marco Antonio es instruido por César para golpear a su esposa Calpurnia, con la esperanza de que ella pueda concebir.

Fiestas lupercales , óleo sobre lienzo de Andrea Camassei . (1635).
Círculo de Adam Elsheimer ː Cupido y personificaciones de la fertilidad encuentran a los Luperci disfrazados de perros y de cabras.
César rechaza (44 A. C.) la diadema que le ofrece Marco Antonio durante las Lupercales. [ 16 ]