Suelen adoptar la forma de hombres viejos que disfrutan realizando travesuras.
Entonces puede agarrar un berrinche tremendo, niega tener oro y señala un imaginario enjambre de abejas o un árbol a punto de desplomarse, o hace lo que sea para distraer a su captor.
En el mismo instante en que el humano le quita los ojos de encima, el leprechaun se esfuma.
Pero cuando los leprechaun los rocían con el oro, es mejor no endeudarse demasiado pronto, pues su regalo se convierte enseguida en cenizas o desaparece por completo.
Se dice que, si el leprechaun es recompensado con algún objeto valioso, te dará mucha suerte, en el hogar y durante tu vida si es de buena fe.
Como no tenía a mano ninguna herramienta para cavar, se quitó uno de sus calcetines rojos y lo ató a una rama para marcar el arbusto que el leprechaun le había señalado.
Cuando el granjero regresó al campo a los pocos minutos, ¡todos los arbustos estaban marcados con calcetines rojos idénticos!.