Durante la siguiente década Audrey se convirtió en la modelo preferida de muchos escultores y pintores en Nueva York .
Las películas en las que aparecía Audrey Munson eran un éxito de taquilla y los comentarios sobre ellas eran muy diversos.
En 1919 Munson volvió a Nueva York, donde vivió con su madre en una casa de huéspedes propiedad del Dr. Walter Wilkins.
Allí ambas declararon que se habían ido a petición de la señora Wilkins.
Esto satisfizo a la policía, pero la publicidad negativa generada por el caso terminó con la carrera de Munson como modelo y actriz.