[3] Influenciada por el cubismo, Lempicka es considerada una de las mayores representantes del estilo art déco en dos continentes.
[5] Nació en el seno de una familia acaudalada, siendo desde pequeña una niña autoritaria y con carácter.
Su padre fue un abogado judío de origen ruso que trabajaba para una comercializadora francesa, llamado Boris Gurwik-Górski.
En 1910, con tan solo 12 años, pintó un retrato de su hermana que sería su primer trabajo.
Fue en este momento cuando realizó su primera pintura: Mi madre decidió encargar unos retratos a una mujer famosa que trabajaba con colores pastel.
Las visitas a los museos de Venecia, Florencia y Roma la llevaron a tener una gran pasión por el arte renacentista italiano, que predomina en sus trabajos durante los años veinte y treinta.
Cuando su madre se casó por segunda vez, Tamara decidió irse a vivir por su cuenta y pronto encontró al hombre con el que se casaría: gracias a los contactos de su tío, conoció al abogado polaco Tadeusz Łempicki (1888-1951).
Con la ayuda del cónsul sueco logró sacarlo de prisión para trasladarse a Copenhague.
Allí, en París, se relacionó con personas asociadas al movimiento artístico art déco.
Sus primeras pinturas fueron sobre la vida de su hija Kizette y sus vecinos, así como varios retratos.
Sin embargo no empezará a cobrar cierta popularidad hasta 1922, cuando exhibe su trabajo en el Salon d'automne, aunque no aparecía como mujer en los catálogos, ya que en ese momento firmaba sus cuadros con su patronímico masculino "Lempitzki.
"[8] Su éxito comenzó en 1925 con la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas, que más tarde dio su nombre al estilo art déco.
[9] Él le encargó pintar a su amante, la bailarina española Nana de Herrera.
Su hogar adquirió cierta fama ya que los interiores austeros y funcionales aparecieron en varias revistas de decoración.
Viajó a los Estados Unidos por primera vez en 1929 para pintar un retrato de la prometida del petrolero estadounidense Rufus T. Bush y para organizar una muestra de su trabajo en el Instituto Carnegie en Pittsburgh.
Su hija Kizette pudo escapar de la Francia ocupada y se unió a ellos en Los Ángeles en 1941.
Tuvo una exposición en la Galería Ror Volmar en París en mayo y junio de 1961, pero no revivió su éxito anterior.
El interés por el art déco volvió a surgir a finales de la década de los 1960, por lo que su trabajo se expuso en la Galería Luxemburg en París en 1972 y tuvo buenas críticas.
[11] Poco después de esto dejó la vida social y en 1974 se trasladó a Cuernavaca, México.
En 1979 Kizette se mudó a este mismo lugar para cuidar de su madre.
Lempicka combinó este suave cubismo con un estilo neoclásico, inspirado en gran parte por Ingres, particularmente su famoso Baño turco, con sus desnudos exagerados llenando el lienzo.
Pintó varias Madonnas y mujeres con turbante inspiradas en pinturas renacentistas, así como temas más tristes como en La Madre Superiora (1935), una imagen de una monja con una lágrima rodando por su mejilla y como en Escape (1940), que representa a refugiados.
Sus últimos trabajos, pintados en tonos cálidos con una espátula, generalmente han sido considerados los menos exitosos.
[11] Su estética ha atraído a estrellas del espectáculo como Barbra Streisand, Jack Nicholson y Madonna, de quienes se dice que coleccionan sus pinturas.
En 1990, Pablo Sodor estrena en Argentina TAMARA (The Living Movie) que recrea de una forma teatral nunca vista hasta entonces la visita de la pintora a Il Vittoriale degli Italiani, la casa del poeta Gabriele d’Annunzio.