Poética (Aristóteles)

En cuanto a las artes que usan los tres medios (ditirambo —composición lírica griega—, momo —burlas, utilización del sentido irónico...—, tragedia y comedia), las dos primeras las utilizaban simultáneamente a lo largo de todo el poema y las dos restantes solo en las partes líricas.

Luego los nobles pasaron a componer en verso heroico y los vulgares en yambos.

El estagirita concluye: "Habiendo nacido al principio como improvisación -tanto ella [la tragedia] como la comedia...- fue tomando cuerpo, al desarrollar sus cultivadores todo lo que de ella iba apareciendo; y, después de sufrir muchos cambios, la tragedia se detuvo, una vez que alcanzó su propia naturaleza."

Además es aquí donde se señala por única vez la famosa “cláusula adicional” de la tragedia, la catarsis.

Efectivamente, lo cómico es un defecto y una fealdad que no contiene ni dolor ni daño, del mismo modo que la máscara cómica es algo feo y deforme, pero sin dolor.”[6]​ Más adelante el filósofo dirá que los elementos esenciales de la tragedia son seis: fábula (mythos), caracteres (êthê), pensamiento (diánoia), elocución (lexis), melopeya (melopoiia) y espectáculo (opsis).

[7]​ Considerada fundamental para Aristóteles ya que, sin ella, la tragedia no podría llevarse a cabo.

Según el filósofo, la tragedia es imitación de una única acción[8]​ de larga duración, siempre que pueda recordarse en su conjunto, completa y entera (o sea con principio, medio y fin).

Esto es porque la tragedia también puede desencadenar el placer que le es propio, simplemente por su lectura y sin necesidad de representación.

En la división entre fábulas simples, episódicas y complejas, se dice que las primeras son aquellas en que el cambio de fortuna se da sin peripecia ni agnición, las segundas son aquellas en que ni siquiera se da la verosimilitud o necesidad en la sucesión de las acciones y las terceras designan a las que presentan al cambio de suerte acompañado de peripecia y agnición.

En orden de mayor a menor valor catártico, Aristóteles propone cuatro tipos de desenlace: En un nivel general, se puede decir que Aristóteles llama caracteres a lo que hoy llamamos personajes.

Según el filósofo “habrá caracteres si, … las palabras y las acciones manifiestan una decisión” (54a 17).

A la vez se describen cuatro cualidades indispensables de los caracteres:[10]​ El pensamiento (o, más bien, "razonamiento discursivo", debate, conflicto dialógico, que es lo que significa dianoia) es el tercer elemento esencial de la tragedia.

Sus modos son el mandato, la súplica, la narración, la amenaza, la pregunta, la respuesta, etc.

En los capítulos 20, 21 y 22, que muchos han considerado apócrifos, Aristóteles desarrolla una teoría lingüística, o de la elocución, en la que define, entre otros conceptos, los de: sílaba, conjunción, nombre, verbo, artículo, caso, enunciación y metáfora.

En esta categoría entrarían lo que hoy llamamos escenografía y efectos especiales.

Se cree que el llamado Tractatus Coislinianus contiene quizá un epítome o resumen del segundo libro perdido de la Poética de Aristóteles, que iba a tratar sobre la comedia.

Esto sucedía porque en la época clásica ambas disciplinas no estaban separadas y se entendían como dos versiones de la misma cosa.

Las primeras traducciones conocidas de la obra aristotélica se realizaron en el mundo árabe, y la más antigua fue la de un cristiano nestoriano llamado Abu Baschar, que la tradujo del siríaco (alrededor del 935 d. C.).

La traducción de Averroes, que con el tiempo sería muy influyente, contenía algunas interpretaciones y desvíos del texto original, básicamente por dos motivos: las diferencias del manuscrito que se tomaba como fuente con el original aristotélico[11]​ y los intereses interpretativos propios de la situación histórica.

Horacio mantenía su peso en los comentarios, pero se iría más a Aristóteles con el tiempo.

Como se habrá podido notar, el comienzo fue netamente italiano, seguido cada vez con más ímpetu por franceses, españoles e ingleses a finales del siglo XVI.

En la segunda mitad del siglo, surge la famosa doctrina de las unidades aristotélicas, fuertemente discutida incluso durante su tiempo (véase la nota 6).

El romanticismo pasará a valorar al arte no como un acto en esencia creativo (poiético) sino expresivo, que refleja el sentir y la perspectiva subjetiva del artista y no apunta a reflejar o imitar miméticamente la realidad.

Tres fundamentos de la teoría aristotélica estaban siendo cuestionados: la catarsis, el arte como creación y la mimesis, pero un tercer principio, el de la verosimilitud o necesidad, permanecerá, aunque algo cambiado, en la caracterización del arte como un mundo interno con leyes propias no necesariamente contrarias a las del mundo real, pero sí diferentes (a este principio se le da comúnmente el nombre de heterocosmia).

Aristóteles, según una copia del siglo I o siglo II de una escultura de Lisipo .
Teatro de Epidauro .
Máscaras romanas de la tragedia y la comedia. Aunque son romanas y del siglo II , es probable que se asemejen a las utilizadas en el teatro griego para designar los caracteres .
Traducción al árabe de la Poética de Aristóteles por Abu Bishr Matta ibn Yunus