Felicidad

La felicidad es una emoción o estado de ánimo que experimenta un ser consciente cuando llega a un momento de conformación, bienestar o se han conseguido ciertos objetivos deseables para el individuo consciente.

Dicho estado de ánimo es subjetivo y, por tanto, se refiere a un hecho autopercibido.

Es por esa razón, que la felicidad a diferencia de otros hechos relacionados con el bienestar se considera una situación subjetiva y propia del individuo (en contraposición a hechos objetivos en los que diferentes observadores concordarían).

La felicidad frecuentemente se considera positiva ya que permite a los individuos sacar partido de las condiciones objetivas, favorece la actitud de abordar diferentes tareas llevándola al término propuesto.

Por eso las comparaciones internacionales entre países con diferentes condiciones socioeconómicas deben corregir el sesgo cultural.

En la filosofía griega clásica hay tres posturas: Entre eudemonismo y hedonismo existe un desacuerdo fundamental.

Aristóteles sostiene que todos los hombres están de acuerdo en llamar felicidad a la unidad presupuesta de los fines humanos, el bien supremo, el fin último, pero que es difícil definirla y describirla.

Existen también otras muchas escuelas filosóficas que han trabajado el tema de felicidad individual en otros términos.

La adaptación hedonista es un constructo psicológico mediante el cual los seres humanos tienen la tendencia a regresar a un nivel de felicidad más o menos estable después de experimentar importantes cambios (positivos o negativos) en sus vidas.

[10]​ Según esta hipótesis, conforme una persona, por ejemplo, aumenta su nivel económico, sus deseos y aspiraciones suben en paralelo, lo que da como resultado la neutralización de las ganancias en felicidad.

El concepto de adaptación hedonista ha ganado un nuevo impulso gracias a la psicología positiva donde se ha revisado y desarrollado.

Atravesar momentos agradables como desagradables nos ayudan a comprender y enfocar qué es eso del 'estado de flujo'.

Si la memoria nutriese de forma eficaz nuestro centro administrador de recursos, los recuerdos fluirían sin obstáculos ante situaciones paralelas, ayudando a que la 'orquesta al completo entre a tiempo'.

Para las religiones teístas, la felicidad solo se logra en la unión con Dios, y no es posible ser feliz sin esta comunión.

Sin embargo, hay diferentes puntos de vista según la religión analizada.

La amígdala cerebral y el hipotálamo son regiones que cooperan para la transición de las emociones.

Hemos de sobrevivir en un mundo competitivo, el cual premia a los que no cometen errores.

En el caso del hombre puede basarse en una esperanza, o en una necesidad común al resto de la fauna.

Una linterna, correctamente usada, alumbra sin que su estructura externa se vea gravemente comprometida.

Lo cierto es que, tras conseguir superar nuestros propios valores morales asociados a nuestra memoria biográfica, la red neural que conforma el ego, puede solicitarle a la conciencia que se pasee por los diferentes registros de nuestras diversas redes inteligentes tal como si fuera una linterna adecuadamente encendida y enfocando en los objetos, nutriendo de datos que nuestra conciencia considera buenos, y no ya para nosotros mismos, pues hemos superado nuestros propios valores morales, sino para el objetivo a conseguir[13]​ El ego podrá invocar a la memoria aquello que la conciencia ha ido recopilando como bueno, ensamblando la información e integrando una solución.

Algunas veces en lugar de caduceo, la pica, que indica la felicidad adquirida por las armas.

La columna que sirve de apoyo a la figura simbólica, indica una felicidad firme y duradera.

Los diez países más felices según el ranking de la Encuesta Mundial de Gallup, y que coincide con los datos recogidos por el Sustainable Development Solutions Network (SDSN), una iniciativa impulsada por Naciones Unidas, que publica un exhaustivo estudio, titulado “World Happiness Report” son: Finlandia, Dinamarca, Suiza, Islandia, Noruega, Canadá, , Países Bajos, Suecia, Nueva Zelanda, Australia y Luxemburgo.

Los cinco primeros se encuentran en este orden: Dinamarca ocupa la primera posición con una nota de 7,693 puntos, Noruega es el segundo país más feliz, Suiza ocupa la tercera posición, Holanda la cuarta y Suecia la quinta.

La cara feliz , tal como muestra este emoticono , es un símbolo muy conocido de la felicidad.
La felicidad en el rostro de una niña.
Monte de perfección (1579) de San Juan de la Cruz , que describe el camino a seguir para alcanzar la plenitud espiritual y la felicidad.
Un anciano chileno sonriendo. La sonrisa es una de las expresiones faciales que denotan felicidad.
Rebecca L. Felton feliz y sonriente.
La pirámide de las necesidades humanas postulada por Abraham Maslow