Bienestar

[2]​ Los términos bienestar, placer y felicidad se usan de manera indiferenciada en el lenguaje cotidiano, pero sus significados tienden a separarse en contextos técnicos como la filosofía o la psicología.

Pero puede haber otros factores, como la salud, la virtud, el conocimiento o el cumplimiento de los deseos.

[11]​ Martin Seligman, por ejemplo, sugiere que estos factores consisten en tener emociones positivas, estar involucrado en una actividad, tener buenas relaciones con otras personas, encontrar sentido a la propia vida y tener una sensación de logro en la búsqueda de las propias metas.

Para las teorías experiencialistas, los estados mentales en cuestión son experiencias de placer y dolor.

[16]​ Se han formulado varios contraejemplos contra este punto de vista.

[2]​[9]​ Otra objeción se refiere a la selección de estos factores.

Estas agrupaciones parecen constituir selecciones arbitrarias, a menos que se pueda proporcionar un criterio claro de por qué todos y solo los elementos dentro de sus selecciones son factores relevantes.

[19]​ La noción general de malestar con frecuencia se presenta como la situación opuesta a bienestar.

Todos los demás factores son relevantes para el valor solo en la medida en que tienen un impacto en el bienestar de alguien.

Los bienestaristas puros (pure welfarists) proponen el enfoque más simple al sostener que solo importa el bienestar global, por ejemplo, como la suma total del bienestar de todos.

[39]​[42]​ Por un lado, se ha argumentado que algunas formas de bienestar, como los placeres sensoriales, son menos valiosas que otras formas de bienestar, como los placeres intelectuales.

Hay una tendencia a preferir distribuciones equitativas donde todos tienen aproximadamente el mismo grado en lugar de distribuciones desiguales donde hay una gran división entre personas felices e infelices, incluso si el bienestar global es el mismo.

[39]​[42]​ Los bienestaristas puros a veces argumentan en contra de este enfoque, ya que parece alejarse del principio básico del bienestarismo: que solo el bienestar es intrínsecamente valioso.

Pero la distribución del bienestar es una relación entre entidades y, por lo tanto, no es intrínseca a ninguna de ellas.

[42]​ Algunas objeciones basadas en contraejemplos se dirigen contra todas las formas de bienestarismo.