La herramienta sirve fundamentalmente para cortar, marcar, ranurar o desbastar material en frío mediante el golpe con un martillo adecuado, o mediante presión con la palma de la mano.
También se utilizó en las primeras formas de escritura.
Después se afila el otro extremo del buril frotando el ángulo de corte con pequeños movimientos circulares y por los lados.
Los residuos, también llamados "barbas", se eliminan con papel de lija.
[1] Antes del dominio de los metales por parte del hombre se realizaban buriles con materiales tales como hueso o piedra.