El arco apuntado transmite mejor el empuje lateral que uno de medio punto, esto hace que se puedan construir vanos más abiertos, muros más altos y se obtenga mayor sensación de verticalidad.Durante el siglo XV se generaliza el uso del arco apuntado conopial, o cóncavo-convexo, de cuatro centros, dos interiores en el intradós, a la altura de las impostas, y dos externos en el trasdós.El arco escarzano, que no llega al semicírculo, también se empleó en la arquitectura gótica, en vanos secundarios.El arco apuntado o apuntalado tiene arcos circulares tangentes a las líneas de mocheta y que se cortan en vértice agudo.En la Europa del siglo XII, el arco ojival no sólo supone un cambio estético que rompe con el clasicismo del arco de medio punto, propio de la arquitectura romana y la románica, sino que además resulta más eficaz, pues gracias a su verticalidad las presiones laterales son menores que en el arco de medio punto, permitiendo salvar mayores espacios.
Arcos apuntados en las ruinas de
Samarra
(siglo
IX
), en la actual
Irak
.