El maquillaje es la práctica de decorar la piel y otras partes visibles del cuerpo para resaltarlas o mejorar su aspecto, apelando a productos cosméticos.
En artes escénicas se emplea para caracterizar a los actores como el personaje que representarán, ya sea exagerar algún rasgo, deformar el rostro o simplemente partir de algo nuevo, así como para corregir las distorsiones producidas por la iluminación.
Esta técnica sirve para lucir un efecto sin brillo o mate, así como una larga duración en la zona que se desea resaltar.
También podemos iluminar con correctores en acabado mate de tonos más claros que la piel a trabajar.
El draping es una técnica similar al contouring, porque también consiste en esculpir el rostro, la diferencia es que en vez de hacerlo con sombra oscura, se realiza con rubor.