[3] Joseph Klatzmann, en su obra L'Humour juif (El humor judío), lo define según su necesidad: «Reír para no llorar».Incluso se habla a veces de la llamada risa nerviosa, como un acto fallido del inconsciente.También existen variaciones culturales en el sentido del humor que hacen de lo divertido en un sitio algo sin gracia en otro.Reír en este caso es algo forzado y amargo: «El humor es la gentileza de la desesperación» (cita atribuida a Oscar Wilde).Los distintos modos de comunicación del humor pueden clasificarse en tres grandes grupos: humorístico, satírico e irónico.[23] Si la comicidad precisa de la norma social como punto de referencia a que oponer el fenómeno risible, el humorismo, al identificarse emotivamente con quien se atreve a contravenir los valores o costumbres del grupo, supone una actitud abierta, innovadora e incluso subversiva.Se separa en su intolerancia del humor humorístico, que implica una actitud comprensiva y benévola hacia las limitaciones humanas.La palabra se contrapone al pensamiento, pero, lejos de ocultarlo, lo destaca y resalta con más fuerza.Freud corrobora cómo «al leer cualquier ironía que valga la pena tener en cuenta, leemos la vida misma, y al abordarla nos basamos en nuestras relaciones con los demás»,[24] es decir, más allá del procedimiento retórico conduce a una disposición desde lo cultural a lo personal.Este humor también es muy frecuente en series animadas como Looney Tunes, Ren y Stimpy, La Vida Moderna de Rocko, CatDog, Bob Esponja, Regular Show, Hora de aventuras, Bobobo, Los padrinos mágicos, Soy La Comadreja, Los Simpson, Tom y Jerry, Duckman, Chespirito, Space Goofs, Malo Con Carne, Aqua Teen Hunger Force, Fantasma del Espacio de Costa a Costa, Prometheus and Bob, Calamareños, Animaniacs, vídeos YTP o YTPH, etc.En España destaca el grupo de cómicos que participaron en La hora chanante y sus programas sucesores.Los renovadores del género son los americanos Chas Addams, Peter Arno, George Price, Virgil Partch (VIP) y sobre todo Saul Steinberg.En Valencia hay una tradición satírica propia, con nombres como Bluff, Tramús o Juan Pérez del Muro, además de Ernesto Guasp que desarrollará su carrera en la prensa catalana y mexicana.En la revista La Codorniz, de Tono, Mihura y Herreros, se darán a conocer humoristas como Mingote, Chumy Chúmez, Miguel Gila, Summers o Pablo.Este tipo de humor puede ser infantil (en algunas películas o la mayoría en las caricaturas), juvenil y adulto.Aunque Jonathan Swift es recordado principalmente por su obra Los viajes de Gulliver, este autor irlandés fue también muy prolífico en el campo del periodismo y los ensayos, donde resalta su afilado sentido del humor que apunta sobre la sociedad de su época y sus arquetipos sociales.En ella Thomas Quincey concibe la muerte como un espectáculo digno de ser visto y gozado.Bierce también es recordado por su obra El diccionario del diablo, en la que sigue haciendo gala de su humor negro aderezado con acidez y cinismo.André Bretón, impulsor del movimiento surrealista, en su Antología del humor negro (1940) realizó una compilación personal de 45 textos literarios precedidos por una breve biografía de cada autor (Sade, Poe, Baudelaire, Lewis Carroll, Rimbaud, Kafka...) en los que está presente el humor negro aunque también el absurdo.El dibujante François Boucq en su álbum Los pioneros de la aventura humana recopila varias historias cortas regadas con un humor ácido y muy personal, en las que lo fantástico convive alegremente con las situaciones más banales.[30] Y Evaristo Acevedo,[31] define el humorismo como «lo cómico dignificado por la defensa de una actitud suprasocial».Va más lejos de los simples intereses que cada sociedad estima intangibles en épocas dadas y concretas al señalar los peligros que esos intereses suponen para el individuo cuando están deformados por el fanatismo y la ambición.En definitiva, humor en su sentido más amplio y vulgarmente admitido, se refiere a todo aquello que hace reír.Desde la Antigüedad, el humor ha aparecido estrechamente vinculado a lo cómico, entendido este como consecuencia del espectáculo de lo ridículo, deforme, erróneo o incongruente que, si no provoca dolor o compasión, suscita en el espectador un sentimiento de superioridad que se manifiesta en la risa.Lo cómico, expresa por tanto, según Bergson, cierta imperfección individual o colectiva que exige una corrección inmediata y esta corrección es la risa, que encierra, además, un deseo de humillar al sujeto cómico con la intención de modificar su conducta.Es decir, filtrando la realidad por el humor, representándola, eliminaríamos ciertas tensiones negativas, llegando a un equilibrio emocional.Una situación en la que la comprensión de una relación visible secuencial es esperada, y en cambio, ocurre algo inesperado.Se ha comprobado que los pensamientos agradables provocan un mejor ánimo y, en consecuencia, aumentan nuestras defensas.La explosión de carcajadas provoca algo muy parecido al éxtasis: aporta vitalidad, energía e incrementa la actividad cerebral.Cuando nos invade la risa, muchos músculos de nuestro cuerpo que permanecían inactivos se ponen en funcionamiento.
Los
hermanos Marx
en 1931. También fueron pioneros en el humor en el cine.
Caricatura del rey Victor Emmanuel II.
Sammy Davis Jr
, famoso comediante estadounidense en vivo, en 1989.