Durante la década de los veinte fue el actor más popular y mejor pagado del universo cinematográfico.
Sus padres fueron James Darsie Clayton y Elizabeth Lloyd, de los cuales era el segundo hijo tras su hermano Gaylord nacido en 1888.
Durante un tiempo Harold y Gaylord vivieron alternando períodos con uno u otro progenitor hasta quedar definitivamente al cuidado del padre.
A los doce años trabajaba como acomodador en el teatro Orpheum de Omaha donde conoce y entabla amistad con John Lane Connor, un famoso actor de la época que le ofrece debutar en el escenario realizando un pequeño papel (Abe, un niño cojo) en la obra Tess of the D´Urbervilles.
Su actitud positiva, carisma y gran sentido del humor, le permiten entablar amistad con J. Farrel McDonald.
Después de varios intentos, crearon el personaje Willie Work, que tenía marcadas similitudes con Charlot.
Snub Pollard y Bebe Daniels son los acompañantes habituales de Lloyd en la pantalla en aquella época.
La encontró en Mildred Davis, una rubia de la cual el propio Harold decía que «parecía una gran muñequita francesa».
Roach y Lloyd habían creado un equipo de colaboradores llamado The Gag Men, que se complementaban a la perfección (Fred Neymeyer, Tim Whelan, Clyde Bruckman, Ted Wilde y Sam Taylor -considerado por Lloyd como el más capacitado de todos-).
Al igual que Buster Keaton o Chaplin, Lloyd y sus gagmen preparaban minuciosamente las escenas calculando cada segundo de acción.
Tenía un estilo rápido, aparentemente loco e improvisado y casi siempre increscendo, sin embargo nada era dejado al azar; de hecho, tras A Sailor-Made Man, solo rodó nueve películas en siete años debido a la minuciosidad con que se realizaban los cada vez más complejos gags y escenas.
Sus películas solían empezar con un ritmo moderadamente lento, donde 'El hombre de gafas' se ve enredado en algún asunto amoroso o un reto condenado al fracaso, luego iba de chiste en chiste, cada vez más rápido, para llegar a un final donde la velocidad y las piruetas hacen que el protagonista salga victorioso contra la adversidad.
No hay nada que pueda dejar al azar en sus métodos; se preocupa acerca de cada episodio y situación en particular, trabajándola primero en su cabeza para llevarla después a la práctica.
Durante mucho tiempo se pensó que era el propio Lloyd quien realizó toda la escalada sin ningún tipo de trucaje.
Aquí Harold Lloyd es un joven que desea alcanzar la popularidad en la universidad donde sus compañeros lo han elegido como el blanco de todas las bromas pesadas.
La actriz no superó más adelante el tránsito al sonoro debido a un pronunciado ceceo.
Su última producción en el período mudo fue Speedy (Relámpago) en 1928 donde su personaje es llamado como su apodo en la vida real, y vive en la agitada Nueva York.
Para evitar el mismo destino que otros actores de cine mudo sufrieron con la nueva tecnología, Lloyd tomó clases de dicción y entrenamiento vocal, aunque llegó a afirmar «No creo que el público quiera comedias habladas.
Con la regular recepción del filme ante el público, Lloyd se toma un par de años sabáticos lejos de la pantalla volviendo en 1932 con Movie Crazy (Cinemanía), película sonora pero con muchas características del cine mudó, donde el protagonista tiene una compleja relación amorosa con la protagonista (Constance Cummings), algo novedoso en sus películas.
Por primera vez Lloyd tomó como base una obra literaria usando una novela de Clarence Budington Kelland.
Corrupción caciquismo, racismo, fascismo y la oposición oriente-occidente tienen cabida en una película oscura con un tipo de humor completamente distinto al gag lloydiano.
En 1936 rodó The Milky way (La Vía Láctea), su último intento serio por asentarse en el cine sonoro.
Como fotógrafo se especializó en desnudos femeninos, retratando a Bettie Page, Dixie Evans y una joven casi desconocida Marilyn Monroe, entre otras.
Incluso su antiguo socio Hal Roach llegó a insinuar que contrajo algún tipo de enfermedad venérea crónica.
En 1947 fue convencido por el director Preston Sturges para regresar al cine en la película The Sin of Harold Diddlebock (El pecado de Harold Diddlebock), en la cual lloyd retoma su personaje de The Freshman, convertido en un triste contable maduro.
En 1953 recibió el Óscar honorífico por su aportación al mundo del cine y «por ser buen ciudadano».
En esta década de los 50, apadrinó a varios actores ascendentes, como Debbie Reynolds, Robert Wagner y Jack Lemmon.
Esta actitud suya es una de las causas del olvido que sufrió Lloyd durante varias décadas.
En 1970, en una de sus últimas apariciones públicas, Harold Lloyd afirmó: «Mi humor nunca fue cruel o cínico.
El personaje Harold Zoid, un viejo alienígena decapodiano, pariente del Doctor Zoidberg en Futurama, está claramente inspirado en este actor.