Ironía

[2]​ Ironía, procede del sustantivo griego εἰρωνείa eironeia = "disimulo, ignorancia fingida".

Si la ironía (llamada también en retórica antífrasis o dissimulatio) es tan clara que es percibida por quien la escucha, suele denominarse sarcasmo.

El poeta francés Marcel Bernhardt propuso un signo ortográfico específico para marcar la ironía: «(؟)», que por mucho tiempo no fue ampliamente aceptado, aunque hoy en día es muy usual verlo como «(?

Platón comienza siempre los diálogos psicopedagógicos y propedéuticos socráticos desde la posición ficticia que encumbra al interlocutor (en este caso el alumno) como el sabio en la materia para dar a entender la contradicción evidente.

La ironía tiene en gran parte como origen la percepción que tiene el individuo de una paradoja.

La ironía yace en cómo promueve el romance y se termina en una boda doble.

El monólogo usa de la ironía para glorificar a César, y, aunque Antonio elige palabras que parecen dar apoyo a sus asesinos, su propósito y efectos son opuestos: incitar al pueblo romano conmoviéndolo para que se lance contra ellos.

En la tragedia, la llamada «ironía trágica» es un instrumento o recurso para aumentar la intensidad de una situación dramática.

Un texto en una escena con amenazas violentas, por ejemplo, puede percibir camaradería por parte de la víctima, pero su incremento irónico lo convierte en llamativamente inapropiado.

Otro famoso caso de ironía trágica ocurre en la obra de William Shakespeare Romeo y Julieta, cuando Romeo encuentra a Julieta drogada, como si estuviera muerta; él supone que lo está, y se suicida.

Un cartel de "Prohibido fumar" rodeado de imágenes de un Sherlock Holmes fumando en la Estación de Baker Street .
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