Sofista (diálogo)

Es probable que fuera escrito entre 367 y 362 a. C.; un poco antes de su tercer viaje a Sicilia.

Este diálogo sigue cronológicamente al Teeteto, que se dice hubiera ocurrido un día antes.

En el primer día, ocurre una conversación de Sócrates con Teeteto y Teodoro sobre epistemología.

Esta escuela se centró en Elea, colonia griega del sur de Italia.

Sólo participa brevemente al principio, luego se limita a escuchar.

Como de costumbre, él se entrega humilde y dispuesto a aprender.

Se considera que su presencia en el diálogo puede responder a una necesidad literaria.

Algunos consideran que los filósofos son algo similar a los políticos, otros no los distinguen de los sofistas.

El desconocido se encuentra dispuesto a examinar esto junto con Teeteto.

Pero se diferencian en que los pescadores cazan peces y los sofistas domestican hombres.

Estas presas que no son cazadas por medio de la fuerza, sino por la persuasión.

El desconocido señala que el arte sofístico es aplicable a todos los asuntos divinos, así como a la totalidad de lo que hay en los cielos, en la tierra y en especial en las relaciones humanas.

Guthrie indica: "Platón (supongo yo) consideró divertido hacer la observación tan familiar ex persona Sophistae, con la sutil justificación de que el visitante continúa haciendo uso de la premisa puramente eleática, sobre la que se basan tantas paradojas sofísticas, de que no existe una tercera elección entre «es» y «no es»".

Como se hizo con el pescador al comienzo del diálogo, ahora es posible clasificar los sofistas entre los practicantes de artes engañosas.

A diferencia del primer intento de determinación, en que se clasificaba a los sofismas como "adquiridos", aparecen ahora en el género de "engendrar", ya que el sofisma generado como imitación.

Algunos productores de engaño utilizan herramientas, otros imitan por sí mismos, como un actor con su cuerpo o su voz.

Finalmente, ambos llegan al acuerdo de que esta es la definición más precisa del sofista.

Ya que Platón escribió El Sofista y El Político pero nunca El Filósofo, se interpreta a veces que se trata de un desafío a sus lectores para buscar la definición de filósofo por ellos mismos, utilizando los métodos de investigación y definición que se muestra en esos dos diálogos.

Sin embargo, esto no quiere decir que uno puede simplemente extender el método de una manera mecánica a la definición del filósofo, pero solo nos muestra cómo se podría proceder en tales investigaciones.