[8] Estas son las primeras pinturas atribuidas a Sōtatsu, pero ya presentan las características de su trabajo posterior.
[4] Se sospecha que Kōetsu también pudo haber trabajado en la reparación del pergamino.
[9] El nombre Sagabon proviene del suburbio de Kioto donde se produjo el libro.
[4] También abrió una tienda en Kioto, llamada Tawaraya, donde vendió una variedad de objetos decorados, incluidos abanicos, linternas de papel, biombos, muñecos y patrones para kimonos, y también tomó encargos para decorar interiores.
[14] Representa a Raijin, dios de los truenos, y Fūjin, deidad del viento.
[14] Es relevante debido a la influencia que ha tenido sobre otros autores, como Ogata Kōrin (1658–1716) y Sakai Hōitsu (1761–1828), que replicaron la obra (véase la versión de Kōrin).