[1] La denominación de decadentismo surgió como un término despectivo e irónico empleado por la crítica académica, sin embargo, la definición fue adoptada por aquellos a quienes iba destinada.
[2][3] La humillación que supuso para Francia la Guerra franco-prusiana en 1870 dejó la impresión permanente en la nueva generación de que una época había terminado; la estética dominante entonces, el naturalismo, ofrecía además una visión de la vida sumamente desagradable, feísta y antiestética.
[7] La decadencia, por otro lado, es una acumulación de signos o descripciones sensibles cuyo significado no está oculto, como en el simbolismo: es fundamentalmente artificioso.
[11] Hacia 1890, la revista el Mercure de France se manifestó a favor del simbolismo.
Más tarde, algunos críticos ampliaron el significado del término decadente como opuesto a los convencionalismos.
De esta manera, el decadentismo sería, en sus orígenes, antiacadémico en pintura, antipositivista en filosofía, antinaturalista en literatura.
Genéricamente se definen como decadentes aquellas formas de arte que superan o alteran la realidad en la evocación, en la analogía, en la evasión, en el símbolo.